El futbol, venta de ilusiones
A pocos días de este trascendental encuentro deportivo entre las escuadras de la selección peruana y argentina, por el penúltimo encuentro de selecciones rumbo a Rusia 2018, el escenario que genera tanta expectativa desde lo más conservador hasta lo más extremo va ser el estadio Alberto J. Armando, mundialmente conocido como La Bombonera, de propiedad del Club Atlético Boca Juniors.
En estas últimas fechas se han desatado y expandido de manera exponencial y a nivel de medios las noticias la gran expectativa por los encuentros de fútbol entre nuestra selección y la escuadra que se encuentra entre una de las grandes potencias de la historia del fútbol internacional. Todo este escenario deportivo se forma sobre la información de la prensa sensacionalista llegando a extremos de volver a vendernos ilusiones a todos los peruanos y lograr mayor audiencia. Todo esto pasa porque nos encanta que nos vendan ilusiones y luego si no sucede lo esperado nos gusta sufrir y si es con un licor al lado mejor. Desde una perspectiva realista debemos aprender a opinar del futbol cuando la misma ha culminado de manera post facto y no producirlo, venderlo o comprarlo en forma de ilusiones antes del partido de futbol.
Parece ser que este deporte-espectáculo tan seguido en nuestro país tiene una importancia vital en nuestro quehacer cotidiano y en nuestros sentimientos más internos. Unos sentimientos que desatan una actitud exacerbada hasta el punto de ilusionarnos sin racionalidad y a ello lo debemos los medios de comunicación que aprovechan ese escenario para buscar beneficio mercantil como la venta de publicidad. Y no sólo se llega a ello a nivel psíquico, sino que se llega en muchos a la violencia. Vaya ejemplos para nuestros adolescentes y para todos a los que nos gusta el deporte en general…padres, madres y jóvenes dándose tortas, bofetadas, pegándose unos a otros, insultándose por doquier y usando malas, muy malas maneras y conductas poco ejemplarizantes, como rompiendo eso de que los adultos deberían ser responsables y sensatos en el pensamiento, en la actitud y en el comportamiento.
Ante esta expectativa se habla de supuestos resultados futuros, de la vida de los principales jugadores, de la posibilidad de ya estar en Rusia 2018, de las estadísticas de partidos anteriores, de brujos que vaticinan los resultados, etc. Mil y un argumento para hablar del penúltimo partido ante Argentina, cómo si todo ello fuera racionalidad, más por el contrario es un mercado donde vendemos o compramos entre nosotros ilusiones cargados de irracionalidad. El próximo jueves a partir de las 8:15 p.m. cuando culmine el partido ahí podremos dar nuestras mejores opiniones del partido.