“No hay ningún castigo ni deshonor estar permanentemente en mi patria. No es ningún castigo estar 18 meses en Perú”, dijo ayer sábado Alan García tras la resolución judicial que le prohibía salir del país por la investigación por los presuntos sobornos entregados por Odebrecht para la Línea 1 del Metro de Lima.
Pero, solo le tomó horas para demostrar que le mintió al país. La noche del sábado, el expresidente ingresó a la residencia del Embajador de Uruguay, para solicitar asilo “conforme a lo dispuesto por la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954, de la cual son parte Perú y Uruguay”.
Según el Ministerio de Relaciones Exteriores, dicha solicitud, como indica la Convención arriba citada, deberá ser evaluada por el gobierno de ese país, para lo cual se ha informado a las autoridades de Uruguay que, conforme al artículo IX de la Convención sobre Asilo, el gobierno peruano hará llegar información al respecto.
Se conoce que García Pérez ya manejaba posibilidad de pedir asilo desde hace unos días, según el abogado Heriberto Benítez, porque presumió que el próximo paso sería el pedido de prisión preventiva.
Impedido de irse del país
El sábado, el titular del Segundo Juzgado Nacional de Investigación Preparatoria del Sistema Anticorrupción, Juan Carlos Sánchez Balbuena, dictó el impedimento de salida del país de Alan García, por un plazo de 18 meses, a pedido del fiscal José Domingo Pérez, por una serie de hechos vinculados por la presunta comisión del delito de colusión agravada y lavado de activos en agravio del Estado por los presuntos sobornos entregados por Odebrecht en la construcción de la Línea 1 del Metro de Lima.
“Este juzgado advierte que existen suficientes elementos de convicción que amparan los hechos ilícitos que investiga el fiscal”, dijo Sánchez al leer su fallo.
El fiscal Pérez presentó su pedido tras ampliar la investigación contra Alan García, luego de los indicios difundidos por IDL Reporteros, en los que Odebrecht habría pagado al exmandatario 100,000 dólares por una conferencia desde una cuenta oculta.
“Hemos dado cuenta en la presentación de nuestro requerimiento de que ahora sí se le va a investigar como corresponde al ciudadano Alan García por haber recibido dinero de la empresa Odebrecht”, expresó el fiscal Domingo Pérez, durante la audiencia en la que sustentó el pedido de impedimento de salida del país.
Pedido en evaluación
La Cancillería de Uruguay informó que su país evaluará el pedido de asilo solicitado en Lima por el expresidente Alan García y que adoptará la decisión que soberanamente considere adecuada a las circunstancias.
Sin embargo, de acuerdo al diario El País de Uruguay, el canciller de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, respondió con un sí al ser consultado respecto a si se aceptará el pedido de asilo de Alan García.
En diálogo con el diario El Comercio, asimismo, Nin Novoa sostuvo que no hay un plazo para respuesta al pedido de asilo diplomático, el mismo que será analizado con todos los elementos posibles.
“El Uruguay, de acuerdo con los compromisos internacionales asumidos en la materia y su tradición en materia de asilo, ha puesto el hecho en inmediato conocimiento de la Cancillería del Perú”, refirió la Cancillería.
Señala que siguiendo el procedimiento establecido por la Convención de Caracas sobre Asilo Diplomático de 1954, el Perú brindará la información necesaria para que puedan “evaluar la situación y adoptar la decisión que soberanamente considere adecuada a las circunstancias”.
Eduardo Ferrero, exministro de Relaciones Exteriores, sostuvo que el asilo procede cuando se trate de una persecución política y no procede cuando se trate de delitos comunes. “Quien va calificar eso es el país asilante conforme a las normas del derecho internacional. […] El Poder Judicial debe requerir al Ejecutivo que solicite la extradición de García, pero al mismo tiempo el gobierno de Uruguay podría decir que es un perseguido político y no lo extraditarían”, explicó.
Sobre el particular, el presidente Martín Vizcarra señaló que en el país no existe persecución política y agregó que todos los peruanos deben allanarse a la justicia, sin excepciones.
