Gran conmoción en la comunidad evangélica ha generado el asesinato del pastor Martín Gregorio Díaz Céspedes (54) acribillado a tiros en la puerta de su casa ubicada en el asentamiento humano Siete de Mayo, distrito de Castillo Grande, provincia de Leoncio Prado.
Según diligencias preliminares, el homicidio ocurrió cuando el padre de familia bajó de su carro con la intensión de ingresar a su vivienda, pero fue atacado por dos delincuentes que dispararon varias veces. El cuerpo presenta tres impactos de bala de los cuales dos fueron directos a la cabeza, evidenciando que los sicarios aseguraron su trabajo por encargo de alguien.
Al escuchar los disparos, los vecinos salieron de sus casas y pudieron observar a lo lejos que una moto huía del lugar con dos personas a bordo de los cuales uno llevaba puesto un casco de seguridad. Llamaron a la policía, serenazgo y bomberos, pero cuando llegaron ya era demasiado tarde porque el pastor evangélico que era muy querido en su iglesia yacía sin vida en medio de un charco de sangre.
DILIGENCIA. Policías del Departamento de Investigación Criminal dirigidos por un representante del Ministerio Público llegaron a la escena del crimen para recoger indicios y realizar el levantamiento del cadáver que luego fue trasladado a la morgue, donde hoy será sometido a necropsia de ley.
Los familiares estaban consternados por lo ocurrido con su ser querido.
MENSAJE. El 28 de mayo a las 12:59, el pastor Martín como era conocido por sus seguidores escribió el siguiente mensaje en su cuenta de facebook: “El que anda con sabios, sabio será; Más el que se junta con necios será quebrantado. El mal perseguirá a los pecadores, más los justos serán premiados con el bien. El bueno dejará herederos a los hijos de sus hijos, pero la riqueza del pecador está guardada para el justo. En el barbecho de los pobres hay mucho pan; Más se pierde por falta de juicio. El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; Más el que lo ama, desde temprano lo corrige. El justo come hasta saciar su alma; Más el vientre de los impíos tendrá necesidad”. ¿Acaso presagiaba su muerte?