Silvano Cántaro ya descansa en su última morada

Su padre, madre y hermanos lloran sobre el féretro de Silvano

Con algunas horas de retraso y en medio de una multitud de personas, ayer a las 1:00 de la tarde llegó a la ciudad de Huánuco, los restos de Silvano Oblitas Cántaro Tolentino (19), llamado de cariño por sus amigos y familiares “Jackiel”, quien fue lanzado desde un puente en la zona de Mercaderes, en el departamento del Valle de Cauca, en Colombia.

Debido a la cantidad de personas que esperaban en el óvalo de Cayhuayna, distrito de Pillco Marca; la carroza que trasladaba los restos de “Jackiel” ingresó por el Malecón Walker Soberón para salir al puente Huallaga, pero el vehículo fue impedido de continuar su recorrido por las decenas de personas que llegaron al óvalo para acompañar a la familia en su momento de dolor. Incluso una carpa que tenía el logotipo de la municipalidad de Amarilis, fue instalada en el lugar, a donde también llegó una representante del gobierno regional.

El féretro con los restos de Silvano al frente de los familiares que exigen justicia

Debido que las reuniones están prohibidas por el tema del Covid-19, las autoridades (prefectura regional y Policía) determinaron que el féretro de Silvano debía ser llevado directo al cementerio Jardines de La Esperanza, para que pueda ser despedido por sus seres queridos; pero una descoordinación, hizo que la despedida del joven huanuqueño casi se sale de control, generando aglomeración.

Familiares, amigos y ciudadanos en general a gritos pedían que les entreguen los restos de “Jackiel”, porque querían llevarlo a su casa ubicada en el sector de Aparicio Pomares, de donde salió hace un año y ocho meses para buscar un futuro mejor, sin imaginar que terminaría siendo engatusado por dos falsos amigos que le hicieron creer que, en Medellín –  Colombia, las prendas de vestir eran baratas y que podía comprar para luego revenderlas en Perú.

Los restos de Silvano Cántaro Tolentino yacen en el cementerio Jardines de La Esperanza

Ilusionado con las propuestas de las dos personas (venezolano y colombiano) a quienes conoció cuando trabaja como estibador en el mercado Santa Anita (Lima), Jackiel, comentó a sus hermanos Janeth y Elder, que viajaría a Colombia para comprar ropa que luego traería a venderlo. Sin sospechar las malévolas intensiones de las dos personas, entre ellos un tal Andrés; partió de Lima el 26 de enero del 2021.

Su travesía fue vía terrestre, varios días estuvo incomunicado con su familia, hasta que el 5 de febrero cuando logró enviar fotos y vídeos de su travesía hacia el país cafetalero.

Cinco días después, la ilusión de comprar ropa y ganar dinero terminó, porque las dos personas con quienes viajó terminaron estafándolo y dejándolo en la calle. Llamó vía WhastApp a su hermana Janeth a quien contó la pesadilla que estaba viviendo y pidió prestado 1500 soles, pero como la llamada fue realizada pasada de las 8:00 de la noche en pleno toque de queda, quedaron que al día siguiente depositaria el dinero que conseguiría prestado; pero Silvano ya no contestó los mensajes, tampoco las llamadas.

Su madre y una de sus hermanas lloran impotentes por lo ocurrido con Silvano

El 14 de febrero, un vídeo publicado en la plataforma de Tik Tok, donde una persona que decía ser de Huánuco era lanzada desde un puente. Rápidamente fue viralizado por las redes sociales y al día siguiente, Janeth y Elder acudieron al Departamento de Investigación Criminal para denunciar la desaparición de su hermano menor, de quien no sabían nada desde el 10 de febrero.

Al ser entrevistado por los diversos medios de comunicación, los hermanos Cántaro Tolentino, informaron en ese entonces que la persona que aparece en el vídeo de 29 segundos sería su hermanito menor quien viajó a Colombia junto a dos amigos. El 15 de febrero, inició una larga y tormentosa caminata para la familia Cántaro Tolentino, por ubicar, identificar y repatriar los restos del joven huanuqueño, que ayer, finalmente para el consuelo de sus seres queridos, el féretro conteniendo los restos llegó a Huánuco.

MULTITUD LO RECIBIÓ

El desviar el recorrido de la carroza por una zona que no estaba programada fue una mala decisión de las autoridades, por lo que las decenas de personas que aguardaban en el óv alo de Cayhuayna, corrieron hasta la entrada del puente Huallaga, donde no permitieron que avance los vehículos. A gritos pedían ver el cuerpo de Silvano, pero debido a que el cadáver estaba en estado de descomposición por el tiempo transcurrido de su muerte, no fue posible, hecho que alteró a los asistentes, quienes querían cargar el féretro.

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Luego de varios intentos de diálogo entre la prefecta Herly Cabrera Osorio y el jefe de la comisaría de Cayhuayna, teniente PNP Dennis Pérez Cristóbal, la carroza continuó su recorrido por la carretera Central hasta llegar a frontis del colegio Armando Ruíz Vásquez, en Amarilis. A su paso recibía aplausos de los vecinos que conmovidos por lo sucedido con Silvano, gritaban: “Justicia”.

Ninguno de los asistentes a la despedida de “Jackiel”, guardó distanciamiento, se olvidaron por el momento de la pandemia con tal de acercarse al féretro para darle un adiós. Padres de familia con sus hijos en brazos, mujeres y jóvenes en mayoría, siguieron el recorrido de la carroza que trasladaba los restos de Silvano Oblitas, cuya trágica muerte es conocida a nivel mundial.

La familia estaba desconcertada por lo que pasaba al frontis de la referida institución educativa, donde inicialmente la municipalidad de Amarilis a través de un comunicado informó que ponía a disposición de la familia para el velatorio de los restos del joven huanuqueño, pero cuando el féretro llegó, las puertas del local estaban cerradas, causando extrañeza en los cientos de personas que a gritos pedían llevar los restos a su casa en Aparicio Pomares para velar por una noche.

Pese a la recomendación de las autoridades que el ataúd debe ser llevado directo al cementerio, algunos parientes insistían en velar los restos de “Jackiel”, pero ante la advertencia y presión que serían denunciados por propiciar aglomeración de personas, los padres y hermanos cedieron y aceptaron trasladarlo directo hacía el camposanto; pero antes, sus primas y tíos lloraban desconsoladamente tocando la carroza, en cuyo interior estaba el féretro.

Con relación al pedido de los padres y hermanos de velar los restos de Silvano, el jefe de la Región Policial Huánuco, coronel PNP Colín Sim Galván, informó que previo a la llegada del féretro coordinaron con la familia para que en el cementerio privado puedan velarlo hasta las 6:00 de la tarde. “Somos seres humanos, entendemos el dolor de la familia, pero por esta pandemia está prohibido”, declaró.

Por su parte, Janeth al ser entrevistada por Tu Diario, dijo que la propuesta de llevar a su hermano directo al camposanto fue de la prefecta regional. “Mi familia estaba esperando en el óvalo, pero ellos decidieron ir por otro camino; ninguno de mi familia está de acuerdo con la decisión de la prefecta”, declaró, al tiempo de informar que desde San Rafael (carretera Central), la carroza fue rodeada por tres patrulleros para escoltarlo.

Superado las controversias que, si había o no velatorio, la carroza continuó su recorrido hasta el cementerio privado, donde el gerente donó un nicho para el joven huanuqueño asesinado en tierras colombianas.

LLANTO Y DOLOR

Al camposanto sólo ingresaron sus parientes más cercanos, mientras que la multitud que lo acompañó todo el recorrido tuvo que quedarse en las afueras, pero eso no impidió para rodear y ubicarse en los alrededores para seguir gritando: ¡justicia!.

Su hermano Elder junto a otros familiares lloran sobre el ataúd de Silvano

Félix Cántaro, agradeció a las personas que lo estaban acompañando en el momento más triste de su vida, por la pérdida de uno de sus cuatro hijos. “Perder a un hijo en otro país es triste; si hubiese sido con enfermedad, es distinto, pero él murió por manos de malos elementos, malas personas. Dios un día hará justicia, porque en este momento mi corazón está destrozado”, exclamó.

Su padre, madre y hermanos lloran sobre el féretro de Silvano

Instantes que féretro era trasladado hasta su última morada, sus hermanos Elder y Amalia, abrazaron el ataúd de su hermanito menor a quien recuerdan como un joven alegre y trabajador que soñaba con sacar adelante a su humilde familia, pero el creer en personas equivocadas lo condujo a la muerte muy lejos de su país.

ALGO +

Mientras en Huánuco los restos de Silvano Cántaro fueron sepultados, en Colombia El Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía General de la Nación, buscan información sobre las dos personas con quienes el peruano viajó a ese país.

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