Reflexiones en el mes morado

Por Elmer Serna Román*

La festividad religiosa del Señor de los Milagros en la capital con gran afluencia de la feligresía católica. En nuestra ciudad con fervor católico la festividad del Señor de Burgos. El mes morado se caracteriza por ser de recogimiento y de reflexión para todos quienes somos creyentes en Dios.

El escenario nacional tiene las condiciones para una sincera reflexión en el mes morado, seria propicio dado a los acontecimientos como la pandemia y el accionar socio político de exacerbada contradicción. La cadena de hechos que expresa la situación nacional no son actuales, son históricos que compromete el sistema político en general, y encuentra su mayor deterioro con la corrupción en todos los segmentos y niveles del aparato estatal y el sector privado. El problema estructural de nuestro país se expresa en inestabilidad del gobierno y la democracia, a esta situación se suman los desaciertos e improvisación en el poder ejecutivo y una situación impredecible de los integrantes del Congreso de la República. La clase política nacional a poco tiempo de su labor está perdiendo credibilidad y confianza, más aun cuando se viene gestionando sin una agenda que atienda a las demandas sociales más urgentes, otra vez nuestros políticos siguen en las mismas andanzas que los anteriores casi en nada se diferencian por lo menos hasta ahora, mientras unos se hacen de una curul para defender sus intereses económicos, otros están enfrascados a generar desgobierno para encontrar posicionamiento en el espectro político, aunque parezca increíble incluso ocasionado por odios extremos, es irónico ayer no más se votó y hoy hablamos de un lado vacancia presidencial y del otro cierre del congreso. Tan rápido se olvidaron en qué condiciones en un inicio se afrontó la pandemia con un sistema de salud colapsado y una población mayormente en la informalidad, que hizo más complicado garantizar las medidas de la emergencia sanitaria. La pandemia nos puso en la cara la realidad del sistema educativo nacional, que si ya venía en crisis antes de la pandemia hoy se ha recrudecido en todos los niveles educativos, pero ¿Dónde están nuestros políticos?, se acuerdan se sus promesas para conseguir votos, es tiempo para que reaccionen y trabajen, los temas salud, educación, la reactivación económica, entre otros no esperan. La reflexión objetiva y sincera de nuestros políticos es necesaria para que modifiquen su actuar y encuentren la verdadera ruta para atender las múltiples demandas sociales de nuestro pueblo.

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*Director de la Escuela de Educación Superior Pedagógica Marcos Duran Martel

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