¿Atención primaria de la Salud: básica o primordial?
Cuando se definió el término Primary Health Care como Atención Primaria de la Salud (APS), establecimos probablemente el rumbo de las acciones que se derivarían de esta definición, la noción de “primary” en el original inglés tiene más de una acepción, este término incluye lo básico o primero en orden de ejecución por un lado y lo fundamental o primordial de acuerdo a su trascendencia por otro lado.
Aunque pueda parecer que es posible utilizar ambos términos indistintamente, hay diferencias importantes entre ellos, por ejemplo, cuando se habla de atención primaria como básico o primero en orden de ejecución, estamos aceptando que se deben ejecutar acciones mínimas o de primera instancia orientadas a problemas simples o de fácil resolución, que no requieren mayor especialización y que consumen pocos recursos, destinadas fundamentalmente a la población que menos ingresos cuenta, proporcionando intervenciones elementales con equipos mínimos.
Cuando se habla de atención primaria como fundamental o primordial, se reconoce la necesidad de generar intervenciones que actúen sobre los elementos medulares que determinan las condiciones de vida y salud de la población, parte de estas intervenciones están a cargo del sector salud y otra parte importante está a cargo de la comunidad en pleno, es en este contexto que debemos entender lo que significa “atención primaria”, aquella que tiene la mayor y mejor posibilidad de mejorar las condiciones de salud de la población mediante la participación de todos los sectores y la ciudadanía adecuadamente organizada.
Lamentablemente la idea más difundida es que la atención primaria se constituye en acciones básicas orientadas a la población con menores recursos, una suerte de atenciones de segunda para los más pobres, con lo cual se han estigmatizado las intervenciones que siguen los lineamientos de la APS, como consecuencia, se viene privilegiando las intervenciones recuperativas y de tipo asistencial que terminan siendo el paradigma de la medicina hospitalaria que al mismo tiempo es la forma más cara e ineficiente de intervenir en salud.
Como en todas las acciones, el enfoque con el cual las ejecutemos, determinará el alcance de los resultados y la mayor o menor posibilidad de generar cambios importantes en la salud de los ciudadanos.
