Sinfonía del amor eterno: Palomino Ánderson y su joya musical, “Huanuqueña por ti”

Por: Jorge Chávez Hurtado

En el tejido melódico de la música huanuqueña, “Huanuqueña por ti” es una canción que emerge como un himno vibrante de amor y devoción, un testimonio musical que lleva consigo la esencia misma de la región. Con la diestra pluma musical de Wilde Palomino Ánderson, la canción se convierte en un viaje sensorial a través de los sentimientos más profundos y la conexión íntima entre el autor y su amada tierra huanuqueña.

La composición comienza como una caricia del viento, suave y acariciante, con las palabras “Con esas miradas tuyas, dulce razón de alegría”. En este verso, Palomino revela la magia que se despierta en su alma al contemplar los ojos de la Huanuqueña, una musa que se convierte en la fuente de su felicidad. La música se desliza con gracia, como las hojas danzarinas de los árboles en la brisa, y en cada nota nace una tierna idolatría, una inquebrantable conexión que resuena en el corazón del compositor.

“Huanuqueña por ti”, como una serenata susurrada al viento, lleva consigo la dualidad de la realidad y el sueño. “Soñando vivo yo,” proclama Wilde Palomino, encapsulando la esperanza y la pasión que animan sus días. La música se convierte en un eco de anhelos, un lazo invisible que une al autor con su tierra natal, con cada rincón de la bella campiña del Huánuco de ayer que se despliega como un tapiz inigualable.

En la cadencia del verso “Adormecerme quisiera, extasiado de ternura”, la canción se sumerge en una atmósfera profundamente íntima y apasionada. La poesía de Wilde se convierte en un suave susurro, como el roce de pétalos en una noche estrellada. El deseo de Palomino de ser arrullado por un beso de la amada hasta el último suspiro se entrelaza con la melodía, creando una hermosa sinfonía de amor eterno.

La fuga poética de la canción se enlaza con el reflejo supremo de una hechicera sonrisa, pintando un cuadro vivo de la campiña huanuqueña de antaño. La canción se transforma en un lienzo donde los colores de la naturaleza y las emociones del autor se mezclan en armonía. Es un homenaje a la tierra que ha visto florecer ese amor, a la mujer que encarna la belleza y la esencia de Huánuco gracias a su clima templado y primaveral.

En la cachua, la canción adopta una nueva tonalidad. Los encantadores ojos de la amada se convierten en ladrones del alma de Palomino, y su dulce sonrisa se erige como la calma y el sueño. Aquí, se advierte que la música se vuelve más intensa, como el palpitar acelerado de un corazón enamorado. Cada repetición de “Tus ojos, tus ojos, me han robado el alma” es un eco apasionado que resuena en el pecho del prolífico autor, compositor e intérprete.

En cada acorde, “Huanuqueña por ti” es un poema musical que transcurre como un río de emociones. Es un testimonio lírico de la conexión profunda entre el músico y su tierra, entre el trovador enamorado y su musa inspiradora. Sin duda, la canción es una invitación a sumergirse en la riqueza cultural y emocional de Huánuco, donde la música de Palomino se convierte en el hilo que teje la historia de un amor eterno.

El autor de esta conmovedora composición, Wilde Palomino Ánderson, dejó este mundo el 17 noviembre del año 2014. Su legado musical perdura como un testamento eterno de su amor por la tierra y las melodías que emanaron de su corazón apasionado.

Es importante precisar que, a pesar de su ausencia física, la música de Wilde Palomino Ánderson continúa fluyendo a través de la señal de Radio UNHEVAL en el programa “De Cantos, Calles y Campos”. Este espacio de radio se convierte en un santuario sonoro donde la obra de Palomino encuentra un hogar perdurable. Así, su legado persiste en la radio, acariciando los oídos de aquellos que sintonizan el programa y llevando consigo la magia de las composiciones que emanaron del corazón de este talentoso músico.

HUANUQUEÑA POR TI

(HUAYNO)

Con esas miradas tuyas,

dulce razón de alegría,

hiciste nacer de mi alma

tierna idolatría.

Huanuqueña por ti,

soñando vivo yo (bis).

Adormecerme quisiera,

extasiado de ternura,

con un beso de tu boca

hasta que me muera.

Huanuqueña por ti,

cantando vivo yo. (Bis)

En el reflejo supremo

de tu hechicera sonrisa,

se pinta el sin par paisaje

de tu bella campiña.

Huanuqueña sin ti,

cantando vivo yo. (Bis)

Bajo tu azulado cielo,

apasionado me encuentro,

ansioso de siempre amarte

y nunca olvidarte.

Huanuqueña por ti. (Bis)

Cachua:

Tus ojos, tus ojos

me han robado el alma. (Bis)

Tu dulce sonrisa,

la calma y el sueño. (Bis)

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