
En respuesta a la preocupación por la protección de los árboles y especies forestales en la construcción de la Alameda Perú en la ciudad de Tingo María, activaron un protocolo de conservación en cumplimiento a la Ley de Gestión y Protección de los Espacios Públicos. Este protocolo, diseñado para asegurar la preservación del entorno natural, abarca tres fases: antes, durante y después de la ejecución del proyecto.
Previo al inicio de las obras, realizaron trabajos de abonado en cada árbol y especie forestal presente en la zona, con el objetivo de fortalecer sus raíces y evitar podas sus ciclos de floración, fructificación y crecimiento. Esta etapa preparatoria garantiza la integridad de los árboles y minimizar el impacto negativo sobre ellos.
En la ejecución, monitorean y evalúan todas las acciones cercanas a los árboles, palmeras y arbustos. Estas incluyen la evaluación del retiro de suelo y la aplicación de pastas cicatrizantes en raíces podadas, con el fin de prevenir enfermedades e infestaciones por bacterias y hongos. Además, siguen un riguroso proceso de fertilización con nutrientes esenciales como nitrógeno, fósforo y potasio para mantener la salud del sistema radicular de las plantas intervenidas.
En la etapa posterior a la ejecución, mantendrán las labores de abonado y riego, junto con un seguimiento y evaluación continua del estado de los árboles tras las podas realizadas. Las intervenciones se limitarán a la poda de ramas que presenten problemas fitosanitarios, previa en coordinación con la Municipalidad de Leoncio Prado.
Patsy Moreno López, ingeniera ambiental de la supervisión, subrayó que la conservación de los árboles no interferirá con el avance de la obra. Destacó la importancia de respetar un radio mínimo de 3 a 5 metros alrededor de cada árbol, y de 10 en el caso de árboles patrimoniales, para asegurar su protección.
Angela Vela, especialista ambiental de la residencia, enfatizó que preservarán la mayor parte de las áreas verdes, y que no eliminarán más del 20 % de las raíces expuestas, con el fin de prevenir posibles riesgos para la salud de los árboles y palmeras.
“Estamos asegurando que el proyecto de la Alameda Perú no solo mejore la infraestructura local, sino que también respete y conserve los recursos naturales que son vitales para Tingo María”, puntualizó sobre el tema, el gobernador Antonio Pulgar.