Mototaxista reconstruyó últimas horas de vida de Damaris Rojas

Familiares y amigos llegaron al Ministerio Público y Poder Judicial para exigir justicia, luego dieron el último adiós a la enfermera que deja en la orfandad un niño de 4 años.

A 16 días de secuestrar a la madre de su hijo, Trinit Bautista Rosas (27) reconstruyó las últimas horas de vida de Damaris Rojas Suárez (28). Usando un chaleco antibalas, pero con la misma ropa que llevaba puesta el día que fue arrestado por los familiares de la víctima, el mototaxista inició su recorrido junto a un equipo del Departamento de Investigación Criminal y el fiscal Herberth Ollague Rojas.

Para evitar alguna agresión al feminicida, policías de la Unidad de Servicios Especiales (USE) fueron desplegados para la diligencia que duró más de cuatro horas. El primer punto fue el centro de trabajo de la enfermera, la farmacia Kano Farma, ubicada al frontis del hospital de contingencia del Hermilio Valdizán, en La Esperanza, a donde Trinit llegó con el trimóvil celeste blanco que conducía.

Según relató, luego de recogerla, condujo el vehículo por la carretera Central hasta llegar a la altura del paradero 14 en San Luis Amarilis, bajó por la Plaza Mayor, hasta la cuadra cuatro de la avenida Micaela Bastidas, donde está ubicado un local de venta de comida oriental y fue ahí que compró arroz chaufa para ambos. Avanzó hasta la primera cuadra del jirón Huascar, estacionó su vehículo a un costado de la vía para comer lo que habían comprado y convencer a Damaris ir a la casa que alquilaba en Colpa Baja.

Dijo que después de varios minutos de conversación, ella aceptó la propuesta con el compromiso que la regresaría a su casa, sin imaginar que estaba dirigiéndose a su muerte. Encendió el trimóvil y bajó por Cahuide, para llegar por la calle que da a la comisaría de Amarilis, ingresar al puente San Sebastián y por todo Malecón, hasta la avenida Circunvalación y continuó su recorrido por la carretera al aeropuerto. Fue cuatro kilómetros y medio que duró el recorrido para llegar a la casa ubicado en el poblado de Colpa Baja.

Al llegar al inmueble que alquiló hace tres meses, abrió la puerta de fierro para hacer ingresar a su víctima que estaba en el trimóvil, una vez dentro habrían sostenido relaciones sexuales y cuando estaban conversando sobre su hijo, el celular de la joven sonaba insistentemente, hasta que Trinit habría pedido que responda, pero al no hacerlo salió de la habitación para comprar dos botellas de gaseosa y en una de ellas echó dos pastillas de diazepam para doparla.

Al lograr desbloquear el equipo móvil de su aún esposa, porque estaban casados religioso y civil, el expresidiario logró leer las conversaciones que sostenía con sus amigos, entre las que estaría un miembro de la policía. Pasaron las horas y Damaris recobró la conciencia, fue cuando Trinit le reclamó sobre los mensajes en su celular y discutieron. Aprovechando que la enfermera estaba echada de espalda sobre un colchón viejo, la golpeó con un fierro que estaba detrás de la puerta.

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Al ver que la madre de su hijo estaba muerta, dijo que entró en pánico y no tuvo mejor idea que intentar desaparecer el cuerpo arrojando al pozo de unos 14 metros. Luego decidió esconderse en una casucha ubicada en Huachog, hasta donde también guío a los policías, pero antes llegó cerca al puente Huayopampa, donde arrojó el colchón usado. Por disposición del fiscal, dicho material fue recogido para las investigaciones.

Trinit Bautista, condujo a los investigadores a inmediaciones de la casa donde perpetró el crimen, para llevarlos por una zona desolada donde encontraron las herramientas (pico y pala) que utilizó para sacar tierra y echar al pozo con la intensión de desaparecer el cadáver. Finalmente, los policías y fiscal llegaron al grifo Ávila, donde contó que dejó su trimóvil del 2 al 13 de setiembre, pero el encargado de dicho establecimiento habría negado dicha afirmación, por lo que los policías solicitarán las imágenes para analizar si lo dicho es verdad.

“Pareciera que nos está contando una novela, porque muchos aspectos de su relato no cuadran con las diligencias que realizamos como por ejemplo el horario, las personas que entrevistamos, el momento que intentó quemar el cuerpo, etc.”, dijo uno de los agentes que participó en la diligencia.

JUSTICIA. Mientras el mototaxista reconstruía las últimas horas de vida de la enfermera, familiares, amigos y colegas de Damaris Senayda, cargando el féretro llegaron al frontis del Poder Judicial y Ministerio Público a exigir justicia para la joven que deja en la orfandad un niño de 4 años. A gritos pedían pena de muerte para el responsable que el 30 de noviembre del 2018 salió del penal de Potracancha, por disposición del Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria de Huánuco que varió la orden de prisión por comparecencia restringida y dictó reglas de conducta para el homicida.

“Justicia, justicia, justicia”; gritaban hombres y mujeres que en su desesperación intentaron derrumbar la puerta principal del Ministerio Público; luego llegaron al Poder Judicial, donde también intentaron ingresar, pero al encontrar la puerta cerrada, arrojaron una piedra que destrozó uno de los vidrios de la ventana.

Tras permanecer unos minutos y ante la presencia policial, los parientes optaron por retirarse y dirigirse al cementerio Divino Descanso, donde sepultaron los restos en medio de desgarradoras escenas de dolor.

ALGO MAS +

Hoy vence los tres días de detención preliminar autorizado por el Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria de Amarilis y el fiscal a cargo del caso presentará su requerimiento de prisión preventiva contra Trinit Bautista, investigado por secuestro y homicidio.

 

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