El secuestro en su propia casa y posterior muerte de una humilde madre de cuatro hijos, el último de apenas siete meses de nacida; causó conmoción en la población aucayaquina que exige a las autoridades capturar al principal sospechoso del primer caso de feminicidio en Huánuco.
El sospechoso es Wilmer Salas Pisco (18) con quien Sandra Marleni Medina Aviles (33), convivía desde hace cuatro años en la calle Huaraz de Aucayacu, distrito de José Crespo y Castillo.
Allegados a la familia informaron a las autoridades del lugar que Sandra, quien era mayor por 15 años de Wilmer, soportaba las agresiones físicas y psicológicas porque estaba enamorada y cada vez que era agredida prefería callar. En la última agresión hace unos 15 días, Salas Pisco, natural de San Martin, habría obligado a beber insecticida, pero al no lograr roció en su rostro el tóxico.
Pese a que fue advertida por sus vecinos que debería acudir al centro de salud, Sandra, natural de Amarilis, prefirió continuar al lado de su agresor, sin imaginar que el insecticida estaba causando daños irreversibles en su salud hasta que recién el 9 de enero, la madre de 4 hijos aceptó ayuda. Cuando los serenos de Aucayacu, la llevaron al centro de salud, dispusieron su trasladado al hospital de contingencia de Tingo María, donde falleció dos días después a causa de una infección generalizada.
En el velatorio, en la casa de un familiar en el distrito de Castillo Grande, representantes del Ministerio de la Mujer llegaron para expresar sus condolencias y ofrecer asesoría. El caso es investigado por la fiscalía y policía de Aucayacu.
Sandra deja en la orfandad cuatro hijos. Tres de su anterior relación, cuya pareja está en prisión en Potracancha y la última de Wilmer, quien está prófugo.