Durante la ceremonia de entrega de los restos de una de las víctimas de violencia política, la alcaldesa del distrito de José Crespo y Castillo, Silvia Cloud Tapia, a nombre del Estado pidió perdón a los familiares de las personas que perdieron la vida producto de la guerra interna que vivió el Perú durante 20 años (1980 al 2000). Autoridades, familiares y amigos de la Paola Noreña Santos llegaron a la Plaza Mayor del distrito para participar del acto protocolar.
Al dirigirse a la hija de la víctima, la alcaldesa dijo que comparte su dolor y pidió que la violencia jamás regrese al pueblo de Aucayacu que estuvo aislado por muchos años.
Entre tanto, la analista de la Dirección de Registro e Investigación Forense, Jenny Sánchez Aburto, recordó las circunstancias que Paola Noreña fue asesinada en octubre de 1997 junto a su hija de apenas un mes de nacida y un peón en el caserío de Muyuna, distrito de Santo Domingo de Anda. Lamentó que los autores de esta masacre fueron miembros del Ejército Peruano.
Cuando ocurrió el asesinato la agraviada tenía 33 años. 22 años después los restos óseos de Paola tras ser sometidos a exámenes de ADN con su hija y tras corroborar su identidad, el féretro blanco conteniendo los restos fueron entregados a Elizabeth Dedoya Noreña, quien entre lágrimas recordó las circunstancias que su madre y su hermanita fueron asesinadas.
