Luego de casi ocho años de proceso, la Sala Mixta Permanente de la Corte Superior de Justicia de Huánuco falló absolviendo a César Milton Bravo Fretel (55) acusado del delito contra la libertad sexual en agravio de dos menores de edad. La decisión de absolver al reo en cárcel fue por “duda razonable”, porque el Ministerio Público en todo el proceso no presentó ninguna prueba de su acusación.
Asimismo, en el juicio oral no hubo un debate pericial donde los médicos de la División Legal de Ambo y Lurín (Lima) debieron explicar sus informes, donde en uno concluye qué si hubo violación y en el otro no, ante esta duda los jueces Ernesto Diestro León, Ana Garay Molina y Sandra Cornelio Soria optaron por absolver al procesado que desde 27 de setiembre del 2018 estaba recluido en el penal de Potracancha.
Luego de ordenar su inmediata libertad, la Sala dispuso la anulación de los antecedentes policiales y judiciales por los hechos que fue investigado durante casi ocho años.
ACUSACIÓN. La Primera Fiscalía Penal Corporativa de Huánuco en su acusación solicitó 30 años de cárcel para Milton Bravo Fretel, natural del distrito de Tomaykichwa, provincia de Ambo por presuntamente violar a las nietas de su conviviente desde cuando tenían 8 y 9 años.
Según las agraviadas, las agresiones sexuales ocurrieron al interior de la casa de su abuela ubicada en el poblado de Quicacán, donde las menores vivían mientras su mamá estaba trabajando en otro lugar. Indicaron que Milton las violó por varios años, hasta que el 2006 las menores viajaron a Chiclayo para visitar a su padre y es donde una de ellas sufre una descompensación y es trasladada de emergencia al hospital Guadalupe, donde el médico que la atendió descubrió la supuesta violación.
En noviembre del 2011, tras denunciar el caso, las menores fueron revisadas por un segundo profesional en Lurin, quien determinó que no presentaban lesiones traumáticas en sus genitales, pero al regresar a Huánuco después de varios meses fueron examinadas por un médico legista de Ambo, quien refirió que ambas menores tenían secuelas de violación.
Ante tal confusión, el Ministerio Público no pudo explicar porque existieron dos resultados distintos, el primero decía que no hay violación y la segunda sí.