El peso adicional de los niños con diagnóstico de obesidad puede ocasionar que presenten padecimientos que anteriormente solo las sufrían los adultos, tales como diabetes, presión arterial alta, colesterol elevado, trastorno del sueño y problemas emocionales como baja autoestima.
Así lo advirtieron especialistas del Ministerio de Salud (Minsa), quienes señalaron que situaciones como estas, se pueden alertar y diagnosticar de manera precoz durante los Controles de Crecimiento y Desarrollo (Cred), desde su primer mes de vida.
La prevención y el tratamiento de la obesidad infantil ayudará a proteger la salud y asegurar el futuro del niño con un peso y talla conforme a edad.
Por ello, los controles periódicos facilitarán que los médicos intervengan de manera oportuna y encuentren sintomatologías, alteraciones y otros trastornos en el peso corporal de los niños.
El especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública del Minsa, Jorge Hancco, de la Estrategia de Enfermedades No Transmisibles del Minsa, recomendó que en la dieta de los infantes se debe incluir agua, frutas, variedad de verduras, alimentos de origen animal ricos en hierro como el hígado y la sangrecita.
Recordó a los padres que el Minsa aprobó el uso de octógonos para el etiquetado de alimentos. Por ello, deberán evitar que sus hijos consuman alimentos envasados y procesados cuyo contenido de sodio, azúcar y grasas saturadas exceda los parámetros establecidos.
Encuesta ENDES 2018
Los resultados de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar señala que a nivel nacional en el primer semestre del 2018, el 60,8% de los menores de 36 meses tuvieron controles de crecimiento y desarrollo (CRED) completos para su edad.
Según región natural, en el primer semestre del 2018 la Sierra (67,4%) y la Selva (66,3%) muestran porcentajes altos de menores de 36 meses con controles de crecimiento y desarrollo (CRED) completos para su edad, en comparación a la Costa (55,9%) (Andina).