Durante la inmovilización social obligatoria, debemos escoger a un miembro de la familia para realizar las compras de los alimentos, las que deben ser de manera programada, a fin de minimizar la exposición de las personas y evitar la propagación del COVID-19.
Gabriela León, jefa del Departamento de Promoción de la Salud de la Municipalidad de Lima, recomienda planificar cada compra. “Antes de elaborar la lista, se debe verificar con qué alimentos ya se cuenta en casa. Se puede adquirir productos perecibles de forma semanal y se pueden congelar o refrigerar para alargar su vida útil», señaló.
Asimismo, indicó que los alimentos no perecibles, como arroz, quinua, fideos, frijoles, menestras, papa, camote, yuca, azúcar, sal, harinas, leche en polvo y aceites, se pueden adquirir cada 15 días.
“Deben ser almacenados en sacos o recipientes limpios y bien tapados, en lugares secos y ventilados», explicó.
Cabe resaltar que los recipientes deben ser utilizados exclusivamente para alimentos y no para almacenar otras sustancias. Los envases descartables no deben ser reutilizados.
La especialista ofrece las siguientes recomendaciones:
– Los alimentos crudos, especialmente carnes, se deben guardar separados de los alimentos cocidos.
– La carne, pescado y leche deben permanecer en el refrigerador, para evitar que se descompongan.
– Los huevos deben mantenerse en su cáscara en un lugar muy frío o refrigerarse en contenedores cerrados si es posible. Los huevos que se almacenan correctamente pueden durar varias semanas.
– Las frutas y verduras frescas deben ser guardadas a temperaturas bajas o refrigeradas.
– Las raíces y tubérculos, como papa, camote o yuca, pueden almacenarse por varios meses si se mantienen en un lugar oscuro, frío, seco y libre de insectos y roedores.
– Los granos y legumbres, como arroz, harina y frejoles, que están en envases limpios, bien cerrados y secos, pueden guardarse por largos periodos de tiempo.
// Andina