El Inia descifra el genoma del emblemático árbol de la quina

Científicos del Instituto Nacional de Innovación Agraria (Inia) lograron descifrar el genoma cloroplastidial del emblemático árbol de la quina, uno de los símbolos que figura en el Escudo Nacional, lo que permitirá generar tecnologías para su conservación y reforestación.

Así lo informó el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) que precisó que el trabajo de investigación científica identificó que el árbol de la quina posee 135 genes de alta calidad cloroplastidial, los cuales poseen alta capacidad para la generación de carbohidratos, energía, proteínas, procesos celulares y fotosíntesis.

Según el Inia, por estas cualidades referidas, los genes identificados permiten que el árbol de la quina pueda mantener una evolución genética en el tiempo, tener un mejor proceso de especiación y adaptación a ciertas condiciones ambientales. Además, por su valor genético, ayudan a la generación de moléculas alimenticias y la generación de quinina.

Nuevas variedades

Sostuvo, además, que el resultado de esta investigación tiene una importancia internacional ya que la información permitirá a dicha institución desarrollar tecnologías y metodologías que permitan la generación de nuevas variedades de quina con alto valor genético, contribuyendo a su conservación, reforestación e industrialización.

Para obtener estos resultados, el estudio -liderado por investigadores del Laboratorio de Cambio Climático del Inia- empleó técnicas de secuenciamiento molecular, sistemas computacionales de alto rendimiento para descifrar el genoma, así como métodos de relación filogenética.

Este trabajo de investigación forma parte de las actividades que realiza el INIA en el marco de las celebraciones del Bicentenario del Perú, el cual busca poner a disposición paquetes tecnológicos que recuperen y conserven la calidad de esta importante especie forestal.

Orgullo peruano

El emblemático árbol de la quina, que representa la riqueza vegetal del Perú en el escudo nacional, presenta propiedades medicinales por contener el alcaloide quinina, empleado para la lucha contra la malaria.

Estas propiedades farmacológicas y medicinales, presentes en su corteza, le valieron fama mundial porque ayudaron a salvar muchas vidas frente a enfermedades epidémicas como la malaria.

La corteza del árbol de la quina (cinchona officinalis) posee diversos alcaloides naturales, entre los que destaca la quinina, que tiene propiedades antipiréticas (disminuye la fiebre), antipalúdicas y analgésicas, por lo que fue utilizada desde tiempos prehispánicos para tratar eficazmente enfermedades como la malaria o paludismo.

Origen de su nombre

El nombre de Cinchona o Chinchona con el que fue bautizado al árbol de la quina responde, según una tradición, a que gracias a la quinina se curó la condesa de Chinchón, esposa del virrey del Perú, Luis Jerónimo de Cabrera y Bobadilla, conde de Chinchón, quien gobernó de 1629 a 1639.

Advertisement

Durante la segunda mitad del siglo XVIII, los naturalistas europeos Carlos Linneo y Alexander Von Humboldt realizaron estudios botánicos de varias especies y variedades del árbol de la quina.

Propiedades medicinales

La corteza del árbol de la quina posee diversos alcaloides naturales, entre los que destaca la quinina, que tiene propiedades antipiréticas (disminuye la fiebre), antipalúdicas y analgésicas, por lo que fue utilizada desde tiempos prehispánicos para tratar eficazmente enfermedades como la malaria o paludismo.

Otro alcaloide derivado de este árbol es la quinidina, que se utiliza en el tratamiento de la frecuencia cardíaca anormal y otros trastornos del ritmo cardíaco, dado que influye en una mejor resistencia del corazón. Además de los alcaloides, la quinina posee principios astringentes, por su alta concentración de taninos, por lo que ayuda en la medicina tradicional para cicatrizar heridas y úlceras.

Las virtudes del árbol de la quina fueron reconocidas en Europa recién en 1631, cuando fue llevada por el jesuita Alonso Messía Venegas a la ciudad de Roma, enviado por el primer farmacéutico del Colegio Máximo de San Pablo de Lima, el jesuita italiano Agustino Salumbrino, quien había observado en el Perú su uso para tratar la fiebre.

Además de sus propiedades farmacológicas y medicinales, el árbol de la quina posee valores  ambientales y forestales, dado que contribuye a la mitigación de gases  de  efecto  invernadero y regula el ciclo  hidrológico y climático, lo que permite la preservación de cabeceras de cuenca, además de recuperar los ecosistemas de montaña.

También tiene un importante valor económico, lo que permite un aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, pues ofrece una madera de excelente calidad para la ebanistería, la construcción de viviendas, postes para linderos, entre otros productos maderables.

Advertisement

Leer Anterior

Jóvenes disfrazadas de superheroínas recibieron su primera dosis contra la Covid-19

Leer Siguiente

Conmemoran Revolución Libertaria de 1812 que lideró Crespo y Castillo