Crónica: Acush deslumbra con su porvenir del ayer

Por Víctor Raúl Osorio Alania*

 “A la cumbre se llega valorando el punto de partida; de vuelta recuerde la humildad del pináculo” (VROA). El horario biológico y don gallo cantarín sellaron la hora de partida. Me acosté pensando en Acush y desperté pensando en él. Veintidós estudiantes del primer grado único de la Institución Educativa Integrada “Ricardo Palma” de Cochatama llegaron puntuales (como siempre) y partimos cuesta arriba. Más de una madre reitera el encargo:

Profesores, las niñas que vayan delante de ustedes, los varoncitos caminan muy rápido.

Contando anécdotas propias y de terceros hacemos camino. Wallwa (Huallhua) aún conserva áreas para la vida campestre. La casa de Zenón Condezo brinda reposo, ¡gracias!, será para otro día. Más allá, Reyda Rosas Morales, pastora joven, vestida con ropa colorida, ordeña con destreza a las vacas; don Aquino Zambrano Condezo le ayuda guardar orden entre los vacunos. Todos quieren una mamadita dentro de la manadita.

Yuraq Perqa. Una cruz de madera en Yuraq Perqa, con orientación hacia el sur del firmamento, ojea el pueblo de Huácar, ha sido edificada en homenaje a Tayta Compadres, lo cual refleja la presencia cristiana, aunque respetan el poderío de Acush.

ACCESO, ALTITUD Y DISTANCIA

El acceso clemente se hace paulatino. La vista agraria queda reducida a la visibilidad de cinco metros a la redonda. Paciencia exige la ascensión. Dirigen el desplazamiento niños expertos y niñas llenas de mansedumbre. Con piedad nos hacen cruzar por el camino que está cubierto con árboles, ichu, hierba y maleza. Una mano jala a la otra por el bien de la comitiva. Quien ose tomar su propio rumbo debe pensarlo dos veces, pues el equipo de rescate podría demorar más de lo imaginado.

Hay neblina, nuestra voluntad, es más. Intuición, con tiros despavoridos cazan venados. Arguyen que ciervo, cierva y su manada causan daño a los surcos de papa, olluco, maíz, habas y otros… ¡Bang! Fusil boca de pólvora contra animales indefensos.

Objetivo a la vista. ¡Emoción multiplicada! Cansancio superado. Los suspiros reflejan alegría y la manera correcta de acercarse a este origen, en especial lo que tenga relación con geopolítica, historia, arqueología, lingüística, misticismo. Piedras arriscadas niegan cualquier facilismo.

Huácar ostenta los 2.094 msnm, confirmado con altímetro y otros instrumentos del Instituto Geofísico del Perú; Cochatama, poblado conexo al distrito de Huácar, flamea sobre los 2.900 metros y Acush, al noreste de Huácar y al noroeste de Ambo, lanza su mirada vigilante, acuciosa y privilegiada desde los 3.500 metros de altitud, en promedio, puede cotejar con el famoso instrumento GPS.

De Huánuco a Ambo hay 23 km ½, de Ambo a Huácar, 4 km ½, de Huácar a Cochatama, 7 km y de Cochatama a Acush, 4 km.

ETIMOLOGÍA Y TOPONIMIA

Mis ancestros me enseñaron a respetar la fe de estas alturas. Aguardiente, rezo, solicitud de permiso y amparo en Runasimi a los cerros providenciales, por algo están por encima de nuestros hombros y existencia.

¿Qué significa Acush? No habiendo pruebas toponímicas lanzo dos hipótesis. Uno. Akuy o aku tiene por traducción vamos. Así pervive en el quechua derivado de la corriente Waywash, en la cuenca del río Chaupiwaranqa.

Dos. Akuy. v. Comer pito de cualquier cereal. Quechua del sur peruano que deriva del estándar Yauyos.

Andando el tiempo, Akuy habría derivado en Acush, indicando que llegaron a estas alturas para cuidar sus dominios o aludiendo el acto de comer algún cereal existente en la zona (maíz, habas, trigo, cebada, frijol, chocho, alverja o arveja).

ACUSH

Acush abarca varias cúspides, logré contabilizar cuatro a pesar de la neblina coposa. Algunos vestigios facilitan la retrospección. La muchka

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o el mortero y su respectiva collota les habría servido para moler uno de los granos indicados; por supuesto, también ajíes traídos de la amazonia pasaron por la demoledora. Testimonian que, en muchos hogares de Piruro, Wishka, Cochatama, Mauca guardan con esmero dichos molinos manuales, utilizan de cuando en cuando y dan cuenta que lo trajeron en señal de una grata visita.

Lanzamos interjecciones de alegría por una muchka descubierta por nuestra delegación, ¡más que suficiente!, lo dejamos en su respectivo lugar mirando hacia el cielo resfriado, ahí debe permanecer, así va transferir buena lección.

Trozos de arcilla cocida yacen en medio de la tierra fértil, esos trozos están en la metamorfosis de volver hacia el polvo. Cada pieza, por la forma, evidencia que fue olla, resalta el marrón claro anaranjado. La ollita de barro resulta útil para cocinar habas shinti.

Un pircado notable corre por las cimas. ¿Sirvió para cambiar la dirección de los vientos? ¿Los acushinos vivían atrincherados detrás de esas piedras? ¿Acaso fue límite entre ayllus indígenas?

Además, hay construcciones cuadradas y circulares. Una habitación casi indemne testimonia su arquitectura, aunque suene fantástico, gracias a que está cubierta por la maleza. Umbral y dintel contrapuestos en su ubicación, pero complementan la función de hacer la puerta pedrisca, conserva detalles de encaje casi perfectos. Esa puerta alcanza una altura de casi un metro con setenta centímetros y mira por la parte exterior hacia el Océano Pacífico.

En medio de la pared una calavera pide caramelo, coquita, cigarro y cañita. Brindamos con él, mostrando su dentadura blanca exige el primer sorbo. Hágalo con humildad, ese personaje proviene de épocas remotas. Todos admiran su presencia. Dinel Yordan Condezo Martínez cuando ve a la calavera lo saluda y suspende por un momento sus ligerezas.

Nítida la señal de las radioemisoras que transmiten en frecuencia modulada con razón social en Huánuco, Ambo, San Francisco de Asís de Yarusyacán, Tápuc, Santa Ana de Tusi, Cerro de Pasco, Lima…

Céfiro, hijo tierno del viento, pelea con el ichu, este último lo hace contra rocas e intenta esquivar pisadas extrañas, porque debe estar intacta para saciar el hambre de cuadrúpedos (ovino, vacuno, equino).

ATASH, ACUSH, AUNQUINMARKA…

Atash ocupa áreas de Mantacocha; Acush, tierras de Cochatama, Auquinmarka, espacio de Tomayquichua. Misterio triangulado de wamanis dentro de Huácar y Tomayquichua, distritos mayores de la provincia de Ambo. Un museo en Cochatama no es idea descabellada.

Da gusto parafrasear una conclusión de Ruth Shady Solis, arqueóloga de Caral: «el central vertical de los pisos ecológicos era una práctica ancestral en el Perú prehispánico».

Acush deslumbra con su porvenir del ayer, / criterios de ayer en biósfera fueron ungidos, / ungidos con neblina de puro señorío, / señorío preínca, joven antiguo, historia, / historia vigente validada con su altura.

*“El Puchkador de la Nieve”

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