EL PROBLEMA AFECTA A LOS MÁS POBRES
Según un nuevo informe entregado ayer por la Defensoría del Pueblo, los problemas de salud mental no están siendo bien atenidos en el Perú como en Huánuco, ya que solo el 0.1% del presupuesto del sector es destinando a la prevención y el tratamiento de los trastornos.
La inversión actual es muy inferior a la necesaria para abordar la carga que esta enfermedad supone para la salud pública, razón por la cual la jefe de la Oficina Defensorial de Huánuco, Lizbeth Yllanes Nauca, instó al gobierno regional a solicitar el incremento del presupuesto destinado a la salud mental para asignar los recursos a intervenciones de costo eficacia más comprobada.
Las brechas de financiamiento para la salud mental son altas, pero dijo que una buena noticia es que la nueva ley sobre este tema tiene un enfoque de atención comunitaria que establece brindar la atención a los pacientes en sus contextos sociales.
“Ya no más llevar a las personas en cuartos cerrados”, manifestó Yllanes, al explicar que la inadecuada salud mental también afecta más a los pobres, empeorando el círculo vicioso de la desigualdad.
Al tener conocimiento que ningún hospital en Huánuco tiene una unidad de hospitalización para personas con problemas de salud mental, la Defensoría del Pueblo recomendó a la Dirección Regional de Salud implementar esta unidad en los establecimientos más grandes de la región, así como crear centros de protección para los que requieran internamiento.
El encargado de salud mental de la Dirección Regional de Salud, anuncio que se contarán con tres centros de mental hasta fines del 2019.