URGE APERTURAR VÍAS Y PUESTOS DE SALUD
Ocho horas se tardan para sacar a un enfermo del pueblo más alejado del valle de Derrepente, refirió el comunero del sector de Palmeras de Balsa Playa, Julio Reinaldo Flores Silvestre, quien precisó que ese tiempo les toma llegar hasta el caserío de Santa Rosa de Quives, lugar donde empieza una trocha que hace aún más difícil el traslado de los enfermos, pero que es necesario recorrerlo para salvar la vida de las personas tal como sucedió hace una semana con una anciana de 63 años que sufrió la picadura de serpiente.
Desde Santa Rosa de Quives el puesto de salud más cercano está dos horas y media.
Los caseríos que no tienen carreteras ni puestos de salud son Cayumba Chico, Nueva Esperanza, Palmeras de Valsa Playa, Shincay, Purísima y San José, todas dentro del valle de Derrepente. Algunas de estas comunidades pertenecen a Leoncio Prado y otras a Huánuco.
A estas precarias condiciones de infraestructura se suma el inconveniente de la falta de señal para telefonía móvil que les hace imposible pedir apoyo de una ambulancia, por lo que si hay una emergencia, la realidad es que las posibilidades de llegar con vida a un hospital se reducen, por eso requieren el apoyo tanto de infraestructura como de un puesto de salud para beneficio de la población.
“Han muerto campesinos al cruzar el rio, pero no han sido reportados debido a que solo los familiares los buscan y los entierran”, dijo Julio Flores Silvestre, al sostener que por lo agreste del terreno la Policía y la fiscalía no llegan a hacer el levantamiento de los cadáveres.
Advierte que en la temporada de lluvias seguramente las condiciones de las vías de comunicación serán más deplorables.
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Julio Florez resaltó que si se trata de una embarazada o de alguna urgencia por traumatismo, venir por ese camino es un viacrucis, ya que el enfermo llega aún más maltratado.
