El Poder Ejecutivo declaró este domingo “de interés nacional” la industrialización, comercialización y exportación del yonque, más conocido como el “cañazo” o aguardiente de caña, en todo el país.
La norma fue aprobada el pasado 10 de junio por el Congreso, donde se estableció que el Poder Ejecutivo adoptará “las medidas y acciones necesarias” para que se cumpla con sus disposiciones. La ley fue promulgada con las firmas del presidente Pedro Castillo y del primer ministro, Aníbal Torres.
El yonque, también conocido popularmente como “cañazo”. En el caso de Huánuco se le llama aguardiente o shacta, es un destilado elaborado con jugo de caña de azúcar fermentado que evapora los alcoholes y los condensa en un alambique hasta dar como resultado una bebida de alta gradación que es consumida en gran parte del país.
El periodista especializado en gastronomía, cultura y turismo Sergio Rebaza señaló, en una publicación en Internet, que esta bebida se suele usar en “pagos” a la tierra (ofrendas de respeto a la naturaleza), fiestas agrícolas y otras celebraciones tradicionales.
El experto detalló que empezó a consumirse en las minas en el siglo XVII “y se convirtió en una forma de pago para los indígenas que trabajaban en el campo y en la extracción de minerales”, pero desde inicios del siglo XX fue vista “como una bebida marginal”, a lo que también contribuyó la adulteración del producto.
Rebaza dijo, sin embargo, que en los últimos años “han surgido marcas, restaurantes y bares que apuestan por los destilados de caña de calidad” en sus cartas, aunque remarcó que su producción y consumo “requiere cambios urgentes, que mejoren sus procesos y eleven su desarrollo” en general.
En Huánuco, en julio del 2016, fue declarado como Patrimonio Cultural de la Nación, el sistema de producción de Shacta o aguardiente de caña de azúcar oriunda de la región Huánuco.