
Son siete las observaciones o situaciones adversas que detectó aron en la visita de control que realizó el equipo técnico de la Contraloría General de la República al Hospital Regional Hermilio Valdizán de Huánuco para saber sobre el “uso y operatividad de los vehículos”. La inspección fue entre el 22 al 27 de junio del presente año, según el Informe N° 006 de fecha 7 de julio de 2023, que fue notificado al director del nosocomio.
Entre las siete situaciones adversas encontradas, el órgano de control señala que la entidad contrata servicio de terceros en ambulancias por el que, por ejemplo, entre marzo y junio 2023 facturó 41 800 soles por 22 viajes, a pesar de tener 12 conductores para una camioneta y las tres ambulancias con las que cuenta el nosocomio. La camioneta solo se usa en las mañanas y las ambulancias no son usadas todos los días y cuando se moviliza no transporta pacientes, si no son usadas para trasladar médicos, medicamentos y otros.
“Se asignó doce conductores para el manejo de una camioneta y tres ambulancias; sin embargo, la camioneta solo funciona en las mañanas y las ambulancias no son utilizados todos los días y cuando se moviliza no transporta pacientes; por lo cual, la entidad contrata a terceros para la prestación de dicho servicio (…)”, refiere textualmente el informe.
Además, indica que el Hospital, no cuenta con registros de controles sobre las salidas, ingresos, autorizaciones y operatividad de los vehículos bajo su custodia, situación que pone en riesgo su correcta y eficiente administración de una ambulancia tipo III, dos ambulancias tipo II y una camioneta.
Uno de los 12 conductores que tiene la entidad, labora pese a tener la licencia en condición de suspendida desde el 6 de junio de 2020 al 6 de junio de 2023.
Los vehículos no cumplen con los requisitos adicionales poniendo en riesgo su operatividad y pueden ser pasibles de multas y sanciones.
Hay carencia del plan o programa de mantenimiento preventivo y/o correctivo de los vehículos generando el riesgo de afectar su operatividad y la atención oportuna en el transporte de los pacientes.
Las ambulancias se encuentran estacionadas en espacios abiertos expuestos a la intemperie, sin protección, lo que podría afectar la vida útil de los vehículos, generando mayores gastos en el mantenimiento para su operatividad.
Los vehículos no cuentan con certificado de inspección técnica vehicular, generando el riesgo de ocurrencia de accidentes por fallas mecánicas no detectadas o la retención y el internamiento de vehículos por ser pasibles de sanciones y multas.