Telescopio NICER de la NASA revela mapas de escombros de colisiones cósmicas cíclicas

Por primera vez, un equipo de científicos ha estudiado el entorno de las erupciones cuasi periódicas (QPE), revelando detalles nunca antes observados sobre estas misteriosas explosiones cósmicas.

Un grupo de astrónomos ha logrado, por primera vez, investigar el entorno físico de las erupciones cíclicas de rayos X ocurridas cerca de agujeros negros supermasivos, gracias a los datos proporcionados por el telescopio NICER de la NASA. Estas erupciones, conocidas como erupciones cuasi periódicas (QPE), han sido observadas en un sistema llamado Ansky, ubicado a unos 300 millones de años luz en la constelación de Virgo.

Las erupciones de Ansky ocurren aproximadamente cada 4,5 días y tienen una duración de alrededor de 1,5 días. Este fenómeno ha sido descrito como «misterioso e intensamente interesante» por Joheen Chakraborty, estudiante de postgrado en el Instituto de Tecnología de Massachusetts. La naturaleza cuasi periódica de las QPE es uno de los aspectos que sigue siendo un enigma, lo que ha motivado a los científicos a seguir desarrollando nuevas metodologías para comprender su origen.

Teoría sobre las QPE y el fenómeno Ansky

Se cree que las QPE ocurren cuando un objeto astronómico de menor masa pasa a través del disco de gas que rodea un agujero negro supermasivo. Este paso provoca la expulsión de nubes de gas caliente, lo que genera las erupciones observadas en los rayos X. La órbita del objeto más pequeño no es completamente circular, lo que provoca que se mueva en espiral hacia el agujero negro con el tiempo.

Lorena Hernández-García, astrofísica de la Universidad de Valparaíso en Chile, sugiere que las propiedades extremas de Ansky podrían deberse a la naturaleza del disco que rodea su agujero negro supermasivo. A diferencia de otros sistemas QPE, en el caso de Ansky, el disco de gas podría ser mucho más grande, lo que explicaría los tiempos más largos entre las erupciones observadas.

NICER y el estudio de las erupciones

El telescopio NICER, ubicado a bordo de la Estación Espacial Internacional, ha realizado observaciones frecuentes de Ansky, permitiendo a los científicos mapear con un detalle sin precedentes la evolución de las erupciones de rayos X. Gracias a su capacidad para realizar observaciones continuas, NICER ha medido la expansión de las burbujas de escombros expulsadas por las erupciones, alcanzando velocidades de alrededor del 15% de la velocidad de la luz.

Las observaciones de NICER también permitieron estudiar la masa y la temperatura de estas burbujas de escombros, proporcionando datos cruciales para entender la naturaleza de las erupciones QPE. A pesar de una fuga de luz en el telescopio que afectó su estrategia de observación en 2023, NICER siguió proporcionando datos vitales para la investigación de estos fenómenos cósmicos transitorios.

Los resultados preliminares de estos estudios ya se están utilizando para desarrollar modelos más precisos sobre la evolución de las erupciones y la dinámica de los agujeros negros supermasivos.

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