
Miles salieron a las calles. Una intensa jornada de protestas se cumplió ayer en todo el país, por la crisis política que atraviesa el Perú tras la vacancia de Martín Vizcarra y la juramentación de Manuel Merino de Lama como presidente de la República.
En Huánuco, la marcha convocada por estudiantes, dirigentes, políticos y organizaciones de base inició en la Alameda de la República, pero la protesta más concurrida pudo apreciarse en la Plaza de Armas. Fueron miles de personas, en mayoría jóvenes, quienes llegaron con pancartas, camisetas de la selección peruana; banderas blancas, de Huánuco y del Perú, para protestar; algunos a viva voz y otros tomando entre manos, megáfonos.
Mientras unos protestaban a punta de cacerolazos, otro grueso grupo desdobló una enorme bandera peruana de 80 metros. Jóvenes, mujeres con niños en brazo, personas con discapacidad en silla de ruedas y hasta adultos mayores acompañaron sin temor a contraer el nuevo coronavirus a causa de la masiva aglomeración.
“Merino, escucha el pueblo te repudia”, “Perú, te quiero, por eso te defiendo”, “urgente, urgente, nuevo presidente”, son algunas de las arengas más populares que se escucharon en la marcha pacífica. Un fuerte cordón policial formado por 250 agentes acompañó a los manifestantes en su desplazamiento bullicioso.
La representante de la Defensoría del Pueblo, Lizbet Illanez Nauca, quien estaba presente en la movilización, indicó que cumplía su rol, instando a los ciudadanos que protestan, pero que mantengan su metro y medio distancia y hagan uso de sus mascarillas, porque la emergencia sanitaria aún no ha terminado.
Durante la movilización, un ciudadano tildó a los congresistas de ignorantes; mientras la masa de personas marchaba por el perímetro de la Plaza de Armas y luego tomaron las principales calles. Como no pudo ser de otra manera, la indignación popular era transmitida por muchos de los protagonistas mediante su cuenta de Facebook.
En la protesta hizo su aparición un grupo de religiosas católicas; una de ellas dijo que estaba marchando en defensa de la gobernabilidad del país, por el bienestar y futuro de todas las familias peruanas. Su acompañante reiteró que la Iglesia también salió a las calles para que reine en este país la paz y reluzca la esperanza.
El presidente del cuerpo médico de EsSalud, Rósulo Narcizo, también acompañó la protesta indicando que estaba contra la corrupción en el Congreso. Aclaró que no defiende a Vizcarra porque tenía abandonado a Huánuco, “pero este Congreso es otro Vizcarra”, señaló; tras resaltar que 68 congresistas con procesos judiciales pretenden gobernarnos.
A nombre de los maestros se hizo presente Elena Ramos, quien manifestó que el pueblo estará atento al 18 de noviembre cuando el Tribunal Constitucional emita su fallo sobre la demanda competencial planteada por el Ejecutivo respecto a la causal de incapacidad moral permanente para la vacancia presidencial. Asimismo, dijo que Merino de Lama juramentó en su nuevo gabinete a fujimoristas y apristas.
Los manifestantes no dejaban de lanzar arengas en contra de los congresistas que representa a Huánuco: Willy Bajonero, Yessy Fabián y Lusmila Pérez.
El docente de la Unheval, Enrique Suero, desde el medio de la multitud manifestó que salió a las calles para rescatar la dignidad del pueblo peruano, porque no puede ser que un Congreso inmoral y corrupto deje al país sin presidente. “El pueblo ha salido a las calles porque quiere otro presidente”, remarcó.
Una banda de músicos también acompañó la marcha, mientras los manifestantes gritaban cubiertos por sus mascarillas y protectores faciales, agitando carteles y banderas.
En la ciudad de Huánuco, con letreros que dicen «Merino y su gabinete que se vayan», «Merino no es nuestro presidente», «Merino usurpador», «Congreso Corrupto», se volcaron a las calles para recorrer gritando «Aquí, allá, el miedo se acabó».
Desde que fue aprobado la vacancia presidencial con 105 votos a favor, en distintas ciudades del Perú, se registran protestas, cacerolazos y otras manifestaciones en rechazo al abuso de poder en medio del estado de emergencia sanitaria.