Taxista es sentenciado a 12 años de cárcel por violar a una policía

Glicerio Aguirre Casimiro (32) fue sentenciado a doce años de cárcel tras ser hallado culpable de agredir sexualmente a una efectivo policial de 24 años. Mediante sentencia n° 8 emitida el 17 de enero del 2022, los magistrados del Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial de Huánuco, ordenaron el pago de 2 mil soles por concepto de reparación civil a favor de la agraviada.

El caso que fue llevado a juicio oral ocurrió el 4 de abril del 2014, cuando la agraviada llegó a Huánuco por primera vez para participar en una reunión con sus promociones de escuela. Ya en horas de la noche, la joven abordó un bus de la empresa de transportes G&M con destino a Lima, pero en el trayecto la persona que viajaba en el asiento contiguo estaba ebria, por lo que pidió al conductor detener el ómnibus para bajar.

El conductor detuvo el carro en Ambo, donde dejó a la pasajera para luego continuar su recorrido hacia la capital, mientras que la joven hizo parar un trimóvil y como no conocía la ciudad, pidió al conductor trasladarla a la Plaza Mayor de Huánuco, pero el mototaxista le dijo que estaba lejos y lo que podía hacer, es llevarla al paradero de los vehículos que cubren la ruta Ambo a Huánuco. La llevo a la intersección de los jirones 28 de julio y Mariscal Castilla, frente a la farmacia Arcángel, donde encontró dos vehículos, entre ellos el Tico Guinda de placa AM-5915.

Al ver a la joven parada, Glicerio Aguirre, preguntó si estaba viajando a Huánuco y ante la respuesta que sí, dijo que podría llevarla a cambio de 15 soles. Sin imaginar que el taxista era un violador en serie, porque registraba denuncias por violar a sus pasajeras, la joven policía subió a la parte posterior del vehículo y al avanzar unos 15 minutos, el conductor desvió su recorrido para ingresar por una zona desolada para luego echar un spray en la cara de su pasajera. Una vez reducida, el taxista dio rienda suelta a sus bajos instintos salvajes y mientras abusaba de su pasajera decía “que jamás había visto una mujer tan hermosa como ella”.

Luego la obligó a pasar al asiento del copiloto y al avanzar unos metros, detuvo el carro para pedir que baje del vehículo. La policía que estaba en shock por lo vivido, dejó en la parte posterior del Tico su maleta en cuyo interior estaba sus documentos, prendas de vestir y dinero en efectivo. Caminó unos metros y sacó su celular para llamar a su amigo y pedirle ayuda e instantes que gritaba pidiendo fue auxiliada por la señora Julia Valerio de Loreña a quien llorando contó lo sucedido y para calmarla, la moradora le dio un vaso de agua.

Luego de unos 15 minutos llegó al lugar su amigo quien la trasladó hasta Huánuco. La agraviada no denunció ese mismo día, porque después del ataque sufrió un cuadro de depresión severo y por los sentimientos de sufrimiento, angustia y vergüenza,

debido a su condición de ser miembro de la Policía Nacional del Perú. Después de tres días, el caso fue denunciado en la comisaría de Ambo, donde los investigadores primero dieron con la identidad del dueño del Tico y fue Cristian Humberto Pacheco Huanca, quien dijo que el día de los hechos, su carro estaba a disposición de Aguirre Casimiro.

JUICIO ORAL. La agraviada que acudió a la audiencia de juicio oral revivió los momentos violentos que vivió aquella noche del 4 de abril del 2014 cuando llegó por primera vez a Huánuco. Al ser consultada por el representante del Ministerio Público si reconocía a su agresor sexual, dijo que si, era la misma persona que hoy está preso y viste un polo-guinda. “Es la misma persona que me ha lastimado en aquel tiempo, por las características que le veo, ese rostro jamás va a borrarse de mi mente”, dijo la agente agraviada.

Algo más

El 12 de noviembre del 2021 en calidad de testigo acudió al juicio Robinson Aguirre Casimiro, quien entre otras cosas dijo que su hermano fue incriminado de un delito que no cometió.

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