
El río Marañón es muy temeroso, más aún en estas épocas de lluvias y según algunos moradores cada año ocurre accidentes de tránsito con muertes. Uno de los hechos más lamentables que recuerdan es lo ocurrido el 9 de diciembre del 2010, donde una miniván de la empresa de transportes “Turismo Piruro Express” que viajaba de Huánuco a Tantamayo con nueve pasajeros a bordo incluyendo una bebé de apenas 8 meses de nacida cayó al llamado río “tragón”.
De las nueve personas, la única pasajera que sobrevivió fue la profesora Maritza Blas Veramendi y fue por ella que las autoridades supieron del accidente de tránsito ocurrido en el kilómetro 89 de la carretera Huánuco a La Unión. Entre las víctimas del fatídico accidente de tránsito que hasta la fecha su cadáver no ha sido ubicado es del ingeniero, Linder Quiroz Cueva.
De este accidente, los únicos cuerpos que fueron encontrados es de la profesora Adalia Sánchez Bustamante, quien trabajaba en el distrito de Jircán. Mientras que los restos de la profesora Gina Carrasco Céspedes fueron ubicados meses después en la zona de Morca, Llata y tras ser sometidos a la prueba de ADN y cotejados con la de su familia fue identificada científicamente.
Accidentes como el de la miniván ocurren cada año, es por ello que las autoridades recomiendan a los conductores de vehículos de transporte público y privada manejar con prudencia y no exceder la velocidad, porque recuerda que en casa tu familia te espera.
En el 2025, el primer accidente que ha dejado a tres familias sumidas en el dolor ocurrió el 10 de enero en la zona de Estaca Machay, jurisdicción del distrito de Chuquis en la provincia de Dos de Mayo, donde un automóvil de la empresa de transporte Alejo cayó al río Marañón. De los tres ocupantes, solo un cuerpo fue recuperado y es del estudiante de Ingeniería Industrial de la Unheval, Joseph Solís Chagua de 20 años.