Procesan a tres policías por la extraña muerte de un suboficial

 

La Sala Mixta Permanente de Huánuco procesa a tres policías y un civil por el presunto delito de asesinato en agravio del suboficial técnico de tercera Luis Alberto Guzmán Mendoza, ocurrido el 10 de junio del 2007 en Yanamachay, comprensión del distrito de San Francisco de Asis, provincia de Lauricocha.

Ricardo Castro Castro, César Berrios Hilario y Percy Isidro Contreras son los tres agentes que ayer acudieron a la audiencia de juicio oral desarrollada por la Sala Mixta, a donde también fue citado el médico legista Daniel Huallullo Gago, quien en su informe de protocolo de necropsia concluyó que Guzmán Mendoza fue asesinado.

En la audiencia, el médico volvió a ratificar su informe asegurando que la causa de muerte del agente que prestaba servicio en la comisaría de Baños es “traumatismo encéfalo craneano grave por herida punzo penetrante, cortante y contusiones en la cabeza”. Basado en este informe el Ministerio Público está solicitando 25 años de cárcel para los tres agentes y el civil Jorge Matos Campos.

Ante la controversia generada, los magistrados ordenaron que dos médicos legistas ajenos a la División de Medicina Legal analicen el acta de levantamiento de cadáver y protocolo de necropsia practicado al cadáver de Luis Alberto Guzmán. La próxima audiencia será el 18 de setiembre a las 11:15 de la mañana.

HECHOS. El 10 de junio a las 5:00 de la tarde el capitán de la policía Moisés Castro Castro comisario de Baños que regresaba de Huánuco a bordo del ómnibus UP-3437 frustró un asalto en la zona conocida como Ragra, jurisdicción del poblado de Caramarca, distrito de Choras. El referido oficial al llegar a la dependencia policial, dispuso ejecutar un operativo con la finalidad de capturar a los asaltantes de carreteras.

A bordo del vehículo station wagon rojo de placa SO-8328 conducido por Yonel Garay Juipa, los agentes Guzmán Mendoza, Isidro Contreras, Berrios Hilario y el civil Matos Campos dirigidos por el comisario deciden ir en busca de los delincuentes y al llegar a la zona de Yanamachay apareció el camión FQ-9550 conducido por Meril Cajaleón Vélez de Villa. Rápidamente los agentes descendieron de la unidad, pero Luis Guzmán Mendoza que iba en la parte lateral izquierda al abrir la puerta y dar unos pasos habría caído a un barranco de unos 80 metros. Ninguno de sus colegas se habría percatado de la caída, hasta que una pasajera alertó del hecho y comenzaron a buscar al agente que después de unos minutos fue hallado sumergido medio cuerpo en un charco de agua de un riachuelo afluente del río Marañón. Tenía signos de vida por lo que optaron trasladarlo al centro de salud de Baños a donde llevó sin vida, porque al caer de cabeza sufrió graves lesiones.

En la diligencia de levantamiento del cadáver participó el juez de paz de ese entonces José Torres García. Los restos del efectivo policial fueron trasladados a la morgue de Huánuco, donde fue sometido a necropsia y cuyo resultado revelaría que no sería una caída accidental, sino que fue asesinado y luego su cuerpo arrojado al barranco.

Los implicados niegan la acusación de la fiscalía y cuestiona el informe del médico legista que indica que el caso es un asesinato y no una caída accidental.

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