Pasaron ocho años y crimen del alcalde Miranda sigue sin resolver

A ocho años del asesinato del alcalde del distrito de José Crespo y Castillo, Wilder Miranda Ordoñez, las heridas siguen abiertas para la familia que no pierde la esperanza que un día los autores intelectuales y materiales sean sancionados quizás no por la justicia terrenal, sino por la justicia divina.

“Mi madre es evangélica y al saber que el caso de mi hermano fue archivado provisionalmente nos reunió y dijo que dejemos en la mano de Dios, porque en su corazón no existe odio pese a lo ocurrido con uno de sus doce hijos”, dijo en comunicación telefónica con Tu diario Alina Miranda Ordoñez, hermana del extinto alcalde. Pese a la posición de su madre de 75 años, indicó que su familia merece saber la verdad del porque acabaron con la vida de un hombre honesto y ejemplar con un gran futuro político para Aucayacu y Leoncio Prado.

Recordó que tras la muerte de su hermano, su familia sumida en el dolor confió en el trabajo de la policía y Ministerio Público creyendo que resolverían el caso, pero pasó el tiempo hasta Irene Murrieta Panduro, pareja del entonces alcalde fue incluido en la investigación al igual que sus hermanos y un primo que era miembro de la Policía Nacional, pero al final el caso fue archivado por falta de pruebas. “Siento impotencia al igual que mis otros hermanos al saber que la policía no hizo bien su trabajo para identificar a los responsables del homicidio”, declaró.

Por su parte, Guili Miranda Jara también recordó la muerte de su padre. “Como hoy 30 de octubre manos asesinas acabaron con tu vida, dejando muchas obras inconclusas, metas por cumplir y un pueblo que te eligió en dos oportunidades con la confianza que tuvieron y que supiste liderarlo. Agradecerte porque siempre fuiste el mejor padre, alcalde, abogado, juez y todos los cargos que conseguiste a base de esfuerzo y dedicación. Confió en la justicia divina y quienes te cegaron la vida que les caiga todo el peso de ley”, escribió en su cuenta de red social.

Advertisement

Guili, tenía 15 años cuando dos sicarios a bordo de una moto acabaron con la vida de su padre y a la fecha el caso está archivado hasta que la fiscalía o policía encuentre nuevas evidencias del ataque criminal.

HECHOS. El 30 de octubre del 2010, Miranda Ordoñez acompañado de su conviviente y otras personas viajaban junto al equipo Bella Durmiente de Tingo María que iba sostener un encuentro deportivo con el ADT de Tarma. El alcalde conducía el moderno vehículo rojo marca Toyota de placa RY-5945 y aprovechando que pasaba por el grifo San Luis ingresó para abastecer de combustible, sin imaginar que sería atacado por dos sicarios que tenían la consigna de acabar con su vida.

Tras la muerte los investigadores manejaron varias hipótesis que a lo largo de estos años terminaron diluyéndose condenando a su familia, amigos y seguidores a no conocer la verdad del porque fue asesinado de tres disparos.

Advertisement

Leer Anterior

Pillco Marca recibe S/ 2.7 millones por cumplir metas

Leer Siguiente

Suboficial PNP fue expulsado por faltar al servicio