Feminicidios en el Perú: el 2024 fue uno de los años más violentos

El feminicidio en el Perú continúa siendo una grave problemática. Las cifras muestran que el año 2024 podría ser uno de los más violentos en comparación con los anteriores. Según el programa Aurora del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), solo de enero a noviembre se han registrado 141 feminicidios.

El año 2023 se reportaron 170 casos, mientras que entre 2020 y 2022, los datos oscilaron entre 130 y 135 casos. En este contexto, las cifras de diciembre, que se publicarán en este mes, serán cruciales para comprender el panorama de violencia del 2024.

El escenario más recurrente para los feminicidios sigue siendo la casa de la víctima, con 46 casos reportados. Este espacio privado, que debería representar seguridad y protección, se convierte en un lugar de alto riesgo. Le siguen la casa compartida por la víctima y el feminicida, con 13 casos, y la casa del propio feminicida, con 12 casos.

Otros escenarios frecuentes incluyen lugares públicos como calles y vías (18 casos), espacios desolados (13 casos), centros de trabajo de las víctimas (6 casos), hoteles y hostales (6 casos) y centros poblados (5 casos).

Asimismo, las estadísticas del MIMP revelan que, un poco más de la mitad, 75 en total, no tomaron ninguna acción, es decir, no denunciaron ni solicitaron apoyo de la familia o amigos. Las regiones con más casos son: Lima Metropolitana (33), Cusco (13) y Cajamarca (10), seguidos por Huánuco (8), Ica (8) y Arequipa (6).

El más sonado de los feminicidios en el 2024 fue, irónicamente, en el mes en el que se conmemora la lucha contra la violencia a la mujer: el perpetrado contra Sheyla Mayumi Cóndor Torres, una joven de 26 años que desapareció y, tras varios días de búsqueda infructuosa, fue encontrada sin vida en la vivienda de Darwin Condori, un policía con antecedentes de violencia. Este caso evidenció graves fallas en la respuesta de las autoridades, generando indignación y protestas en todo el país.

Otros, como el feminicidio de una madre de familia, en Ambo, Huánuco, asesinada a machetazos por su pareja en presencia de sus hijos menores de edad, también generó el rechazo de la comunidad local, que exigió justicia inmediata.

Lo mismo ocurrió en Arequipa, en agosto. Una mujer fue asesinada dentro de su vivienda por su conviviente, un policía. Este feminicidio generó cuestionamientos sobre el acceso a armas de servicio por parte de agentes con antecedentes de conducta violenta.

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