A más de dos meses de permanecer oculto, ayer fue capturado por moradores y familiares, Enrique Polonio Mendoza (32) quien el 18 de agosto del presente año golpeó con una comba y estranguló a su ex pareja identificada como Mirtha Martel Bravo (40). El crimen ocurrió en el caserío de San Benito, distrito de Monzón, provincia de Huamalies.
Enterado que el feminicida había llegado a Monzón, parientes y amigos rodearon la vivienda para hacer justicia con sus propias manos, pero oportunamente fue rescatado por la policía que llegó al lugar alertado por las autoridades. Rápidamente fue llevado a la comisaría, luego a la fiscalía que dispuso su traslado a la carceleta judicial de Tingo María y en los próximos días sería internado en el penal de Potracancha.
Polonio Mendoza natural del distrito de Chinchao, es sindicado de acabar con la vida de la humilde pobladora porque antes de huir a la zona de Uchiza dejó un manuscrito culpando a los hijos de su entonces pareja por su decisión. También envió mensajes de texto pidiendo que vayan a recoger el cuerpo de Martel Bravo que yacía sin vida sobre una cama de madera.
El cadáver estaba en posición decúbito dorsal con los brazos y piernas extendidas, vestía blusa roja y falda rosada. A simple vista presentaba lesiones en la cabeza provocados por una comba que el homicida dejó en la escena del crimen y el cual fue recogido por peritos de criminalística para ser sometido a prueba de ADN. La necropsia al que fue sometido el cuerpo de Mirtha Martel determinó que primero fue golpeada con un objeto contundente, luego la estranguló con u chompa.
JUSTICIA. Instantes que era sacado de la vivienda donde estaba oculto para evitar ser linchado, parientes de Mirtha intentaron agredirlo, pero fueron impedidos por los policías que los custodiaban. Asesino, asesino gritaban mientras corrían detrás de la camioneta policial. Ellos pidieron la máxima pena para Enrique Polonio, quien acabó con la vida de su expareja por celos.