Dos violadores de menores son sentenciados a cadena perpetua

Pedro Andrés Aquino Lobo (50) y Héctor Luis Jara Martel (43) fueron sentenciados a la máxima pena de cadena perpetua al ser hallados culpables del delito de violación sexual en agravio de menores de edad, a quien embarazaron e incluso a uno de ellas hicieron abortar. Ambos casos son de la provincia de Leoncio Prado.

El primer caso es Pedro Andrés Aquino Lobo, quien fue procesado y condenado por violar a su hijastra de 14 años. Ocurrió en el asentamiento humano 9 de octubre, sector Miraflores, en Tingo María, donde la menor fue ultrajada sexualmente desde que tenía 12 años.

Su agresor aprovechaba que su mamá salía muy temprano de su casa para ir al mercado a trabajar como comerciante. Producto de los ataques sexuales que era sometida, la menor quedó embarazada por lo que a la fuerza fue llevada hasta el tópico Lupita, ubicado en la avenida Antonio Raymondi, donde la técnica en enfermería María Salas Meza interrumpió su embarazo tras someterla a un aborto a cambio de 500 soles.

Debido que la menor presentaba sangrado y dolores abdominales, su mamá la llevó al hospital, donde descubrieron que había sido sometida a un aborto, por lo que reportaron el caso a la policía y fiscalía.

Por este mismo hecho, Salas Meza, fue condenada a tres años de pena suspendida y al pago de 10 mil soles por concepto de reparación civil.

OTRA SENTENCIA. El otro sentenciado es Héctor Luis Jara Martel, quien abusó de su sobrina desde cuando tenía 10 años. Producto de las violaciones sexuales que era sometida en su casa ubicada en el caserío de Santa Rosa de Shapajilla, distrito de Luyando, provincia de Leoncio Prado, la menor quedó embarazada y a la fecha tiene un hijo.

Según la acusación de la Primera Fiscalía Penal Corporativa de Leoncio Prado, Jara Martel al enterarse que su sobrina estaba gestando la llevó a un centro médico, donde intentó hacerla abortar, pero debido que tenía cinco meses de embarazo no pudo.

Fue denunciado ante las autoridades y a la fecha está detenido en el penal de Potracancha, desde donde además de afrontar la sentencia de cadena perpetua deberá pagar 200 soles por pensión alimenticia de su hijo.

Ambas sentencias fueron emitidas en pleno estado de emergencia por el Covid-19 por el Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial de Leoncio Prado.

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