La justicia tarda, pero llega. Después de casi nueve años, un caso de violación sexual llegó a su fin, luego que el Juzgado Penal Colegiado de Huánuco por unanimidad resolvió sentenciar a la máxima pena de cadena perpetua al comerciante Roberth Fulton Antialon Huamán (32), tras ser hallado culpable del delito contra la libertad sexual en la modalidad de violación sexual en agravio de su sobrina de 11 años. Asimismo, los magistrados ordenaron el pago de cinco mil soles por concepto de reparación civil a favor de la agraviada que a la fecha tiene 20 años.
Según la acusación del Ministerio Público, en setiembre del 2010 Antalión Huamán junto a su pareja que estaba embarazada llegó desde Lima y como no tenían un lugar donde vivir, su hermano, quien es padre de la menor agraviada decidió alojarlo en su casa ubicada en el jirón Majes Mz. L, Lte. 1, sector II, San Luis, Amarilis, donde permanecieron entre cinco a seis meses. Mientras los padres de la menor trabajaban casi todo el día para sacar adelante a su familia, Roberth, aprovechando la confianza abusó de su sobrina.
La agraviada narró en Cámara Gesell la forma y circunstancias de cómo fue vejada por el hermano de su padre. Dijo que, al quedarse sola en casa, su tío aprovechó para bajar su buzo para luego decirle que no tenga miedo y cuando gritó para pedir auxilio, su agresor le cubrió su boca con una de sus manos para luego violarla. “Sentí mucho dolor, pero no quise decir nada porque me amenazaba con hacer lo mismo a mi prima”, es parte de lo que dijo la menor a los especialistas.
Según la agraviada, su tío la ultrajó sexualmente en dos oportunidades y ante el cuestionamiento del por qué esperó casi cuatro años para contar lo ocurrido a su mamá, dijo que por temor a que no creen en su palabra.
Explicó que tras el abuso que sufrió, su vida no tenía sentido, mostraba un comportamiento rebelde, incluso quería acabar con su vida y fue por eso que el 23 de octubre del 2014 no soportó más y optó por revelar la odisea que vivía, tras el ataque del hermano de su padre.
