Francisco Díaz Silva (45) fue sentenciado a diez años de cárcel y al pago de 1500 soles por concepto de reparación civil, tras ser hallado culpable del delito contra la vida, el cuerpo y la salud en la modalidad de feminicidio en grado de tentativa en agravio de su conviviente identificada como Aurora Reyes Cervantes. La sentencia n° 24 fue emitida el 2 de febrero del 2022 por los magistrados que conforman el Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial de Huánuco.
El caso que la fiscalía llevó a juicio oral ocurrió el 19 de octubre del 2016 en la cuadra dos de la calle Las Gardenias en el asentamiento humano Héroes de Jactay, Huánuco, donde vivía junto a su conviviente y sus cuatro hijos. Al llegar al referido inmueble, el ahora sentenciado empezó a insultar con palabras denigrantes a su mujer a quien acusó de haber estado engañándolo con otro hombre, incluso cuando la agraviada recibió una llamada, Díaz Silva optó por arrebatar el celular y destrozar frente a ella para luego agredirla con patadas y puñetes.
Cegado por los celos, Francisco mostrando un cuchillo que había cogido de la cocina, decía que la iba matar y cuando una de sus hijas de 14 años entre lágrimas pidió que no mate a su mamá, el iracundo hombre empujó a su primogénita sin antes de decirle que era un problema de grandes. Su otra hija de 11 años intentó defender a su mamá, pero también fue agredida físicamente por su papá quien, además la amenazó con golpearla con un fierro.
Según la agraviada, el agresor que estaba fuera de si, la amenazó diciendo: “Te voy a sacar tu diente, te voy a cortar tu nariz y voy a hundir tus ojos a puro martillazos”. Pese a las amenazas al día siguiente la agraviada acudió a la sede del Ministerio Público para denunciar el intento de feminicidio que fue víctima frente a sus hijos. Explicó que no era la primera vez que era víctima de violencia familiar.
Los jueces tras evaluar las pruebas por unanimidad resolvieron condenar, pero la ejecución de la sentencia fue suspendida hasta que la Sala Penal resuelva la apelación presentada por la defensa técnica.
