Ternura y amor
Días atrás unos amigos discutían respecto a la ternura, uno decía que la primavera lo ponía tierno y el otro le respondía con gesto de sarcasmo que eso le parecía raro, entonces ambos rieron y ahí quedó la conversa.
En estos tiempos tan ruines, vemos raro, muy raro la expresión de los sentimientos y las emociones, sobre todo cuando se trata de expresar la ternura, ¿acaso a los hombres no les está permitido expresar sus sentimientos?
Quizá lo que intervino en la discusión de los amigos, fue la enseñanza de siglos, para sean poco emotivos y con menos contacto físico. Por ello muchos hombres han aprendido a reprimir sus emociones, desde el momento en el que les dicen que “los hombres no lloran”.
La ternura es un elemento que da sentido a la vida, a través de ella el amor, el respeto, el reconocimiento y el abrazo sincero se expresan. Es importante para que una relación de pareja crezca y se construya, además la ternura es un aporte fundamental para el desarrollo de los hijos, es un tremendo soporte emocional para que sean felices y exitosos cuando sean grandes.
Oscar Wilde decía que en el arte como el amor, es la ternura lo que da la fuerza. Y la ternura no es blanda, es fuerte, firme y audaz. Es aquello que hace fuerte el amor y enciende la chispa. No es pomposa, se manifiesta en pequeños detalles como: la escucha atenta, el gesto amable, la demostración de interés por el otro. Hay que practicarla y expresarla siempre, así seremos la mejor versión de nosotros/as mismos/as.
Bien decía la mexicana Consuelo Velázquez en una de sus composiciones: “Se vive solamente una vez, hay que aprender a querer y vivir…”. Lo que falta en el mundo es amor, amor por uno/a mismo/a, amor por el prójimo, amor por la tierra que nos cobija. Si los políticos tuvieran amor por el bien común, sus gestiones beneficiarían a la mayoría, o mejor aún, si los electores, todos/as tendríamos amor por la patria y la tierra que nos vio nacer y nos cobija, no elegiríamos a representantes que no son dignos de ser gobernantes (presidentes, congresistas, gobernadores, alcaldes, etc.).
Nos hace falta mucho amor, para alcanzar la patria que queremos: Desarrollada, segura, próspera, solidaria y amigable con el medio ambiente y con nosotros/as mismos/as. Trabajemos para darle ese sentido a nuestras existencias.