Terrorismo en el Perú

VIDA Y OTRAS CUESTIONES

Por Sadith Vela Collazos

La salida del ministro de Relaciones Exteriores Héctor Béjar por los cuestionamientos mediáticos sobre sus expresiones respecto al terrorismo y la Marina de Guerra del Perú, ha generado diversas opiniones, unas que han satanizado lo indicado por Béjar y otras que han dado la razón.

La historiadora Cecilia Méndez Gastelumendi que ha escrito «Los caminos del terrorismo en el Perú desde el siglo XIX al siglo XXI, refiere que la historia del terrorismo en el Perú no inicia con Sendero Luminoso. En el siglo XIX se utiliza de manera política, como violencia del Estado, de los gamonales, el término en ese entonces no se atribuye a los insurgentes. A partir del siglo XX «terrorismo» se convierte en violencia contra el Estado. Cuando aparece Sendero Luminoso (1980) no inventa la violencia terrorista, sino que la convierte en ideología.

El periodista Gustavo Gorriti en su libro «Sendero» indica que “el país enterró a Sendero bajo una activa amnesia y trata de mantener a raya las emanaciones residuales de la memoria bajo el asustado exorcismo de los epítetos”.

Méndez añade que el terrorismo en perspectiva histórica es el espejo que no queremos ver. Hay una herida que aún no cicatriza. Y parte del proceso es aceptar los momentos terribles de nuestra historia, para continuar sin ofensas y manipulaciones, como ciertos políticos y medios lo quieren hacer ver. Ponen el dedo en la llaga abierta sin ninguna consideración.

Reconciliarnos no significa que no mencionemos la historia, una historia que no empieza con Sendero, inicia con el propio Estado que ejerce terror, con atentados contra la vida y los derechos humanos.

La Real Academia Española dice del significado de terrorismo: «Dominación por el terror. Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror. Actuación criminal de bandas organizadas, que, reiteradamente y por lo común de modo indiscriminado, pretende crear alarma social con fines políticos».

En vez de señalar con el dedo a quienes emiten opiniones al respecto, es bueno para nuestra historia y para cerrar las heridas que aún nos duelen, que se realicen debates que esclarezcan los hechos que mancharon de sangre al país, desde los 70 hasta el 2000, incluso desde mucho antes, como investigó Cecilia Méndez.

Como dijo el excanciller Béjar, el periodista César Hildebrant en el podcast Hildebrant en sus trece, también mencionó que: «La Marina estuvo metida en actos de terrorismo, así que tampoco me vengan con el cuento de “soy la virgen del sol y a mí no me tocan”. Se refirió a las embarcaciones cubanas que fueron dinamitadas en 1977.

Las declaraciones de dura e infeliz verdad de Béjar se dieron el año pasado, se emitieron por televisión este fin de semana con ediciones precisas para generar pánico y de inmediato la Marina de Guerra del Perú emitió un comunicado de protesta, pasando por encima del Ministerio de Defensa y el artículo 169 de la Constitución Política: «Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional no son deliberantes. Están subordinadas al poder constitucional».

En un Estado de derecho y democrático, que respeta las jerarquías e instituciones, tendrán que responder y corregir.

Por otro lado, frente al cargamontón, el gobierno ha hecho un mal manejo de crisis y de comunicación. Dando pie a interpretaciones antojadizas de la oposición, de los que no

reconocen a Castillo como gobernante y del monopolio de medios que andan con actitud retadora para el miedo, desde las elecciones generales 2021.

Ante esta guerra anunciada, solo el pueblo salva al pueblo.

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