La protesta de los agricultores productores de papa que ya lleva tres días, paso de ser una movilización pacífica al bloqueo de las vías y a momentos de intolerancia y violencia con quienes creen están en contra de sus reclamos e intereses.
Mientras insisten en que el Gobierno Regional de Huánuco destine 27 millones de soles para la adquisición de sus productos debido a la caída del precio y a la falta de mercados, así como para la adquisición de insumos; además de otros tres millones para lo que denominan las ollas comunales y las comunidades nativas; ayer las manifestaciones se volcaron a la carretera Central, impidiendo el pase de cientos de vehículos que se dirigen de la capital al centro oriente y viceversa.
Pero, además, grupos mal orientados por algunos de sus dirigentes mostraron una actitud de rechazo, intolerancia y violencia contra integrantes de la prensa local que desde el primer día de su protesta acompañan para coberturar las incidencias de sus reclamos. El argumento es que “por unos pagan todos” y que los “periodistas desinforman” y no están acorde a sus exigencias.
Esas actitudes merman los justos reclamos que expresan en las calles, no solo porque el derecho de unos acaba donde empieza de los demás; sino porque la intolerancia y la violencia desdice el comportamiento que necesitan para lograr sus objetivos; más, cuando culpan a sectores como la prensa que no hacen sino cumplir esa sacrificada labor de informar de lo que está ocurriendo, a fin de que la población conozca y seguramente también contribuye a que las autoridades puedan atender sus demandas.
¡No a la violencia!