Son poco más de siete meses que tendrá el Gobierno de transición liderado por el congresista Francisco Sagasti, durante el cual debe enfocarse en temas puntuales para superar los difíciles problemas que atraviesa el país; de momento la crisis política que aún continúa, atender el tema económica para evitar que los aspectos negativos no se agranden y pueden afectar seriamente en un futuro cercano; y por sobre todo, priorizar el asunto sanitaria por la pandemia de coronavirus ante la posibilidad de una segunda ola de contagios.
En su mensaje, tras jurar como presidente, lo primero que dijo fue que no será un gobierno partidista, sino pluralista. Luego señaló que el primer desafío de su mando es asegura que las elecciones de abril se cumplan sin contratiempos y sean absolutamente limpias.
Dijo que concentrarán el esfuerzo para la lucha contra la pandemia, sin afectar severamente la economía, con medidas diferenciadas de cada región.
En economía, anunció garantizará la estabilidad económica y e1 equilibrio fiscal, señalando con esto tácitamente que los temas de la ONP y AFP no irían, lo que podría causar el primer enfrentamiento con un sector el Parlamento.
También anuncio la recuperación de la educación, completando la distribución de equipos electrónicos y priorizando el acceso masivo de internet, así como fortalecer la Sunedu.
La lucha contra la corrupción lo deja a la fiscalía y poder judicial, pero con el necesario apoyo, para combatirla venga de donde venga.
Invocó comunicación y dialogo entre los poderes públicos (Ejecutivo y Legislativo) para superar el antagonismo que tanto cuesta superar.
Anunció impulsar el programa ‘hambre cero’ para dar prioridad al sector agrario y atender las aspiraciones de los jóvenes, para encausarlas.
La ciudadanía debe estar alerta porque la transición apenas ha empezado.