Navidad en tiempos extraños
Hoy es un día especial. Para todos es una fecha que se disfruta en común, cerca de las personas que amamos, pero también debe ser un momento de reflexión acerca de la manera individual y colectiva en que vivimos el mensaje del Niño de Belén; sobre todo, en estos tiempos difíciles que nos toca vivir.
Podríamos preguntarnos, por ejemplo, que tanto practicamos la solidaridad en nuestro país, en el que la verdad es un valor; aunque no nos guste oírla. Si se practica el perdón de las ofensas, si la administración de justicia es autónoma y libre, si el amor fraterno es más fuerte que los odios y los rencores.
La respuesta, por cierto, es individual, pero indispensable para tener la medida de cuánto significa para nosotros, como pueblo, la Navidad.
El objetivo de estas fiestas no se reduce solo a los regalos, sino el de compartir en familia, estar con tus seres queridos y celebrar el nacimiento del niño Jesús.
Es importante en esta fecha, recordar los mejores momentos por los que hemos pasado, las metas logradas; pero también sobre las dificultades, el dolor que tal vez no afrontaste tú, pero sí muchas familias que siguen sufriendo a causa de un terrible mal. El 2020, es un año atípico. No hay que olvidar de los errores cometidos ¿qué aprendimos de cada uno?, tal vez hay algo que buscamos mejorar a partir de ellos. ¿Hay algo que quisiéramos cambiar? ¿Hay algo que deseamos decirnos a nosotros mismos? Si es así, es tiempo de que lo hagamos, en voz alta si es necesario.
Recuerda que la Navidad tiene un sentido espiritual, que no puede reflejarse en lo material. Es estar en familia, con las formas que sean; recordar el nacimiento de Jesús, reflexionar sobre ti mismo, perdonar y pedir perdón; y compartir.
Son tiempos extraños, pero lo importante es mantenernos unidos, fuertes y con mucha paz y amor. ¡Feliz Navidad!