El presidente argentino, Javier Milei, durante su visita a Israel, provocó controversia al anunciar su intención de trasladar la embajada argentina a Jerusalén. Este anuncio se produjo justo después de su llegada al país, donde expresó su plan de mudar la embajada desde su ubicación actual cerca de Tel Aviv a Jerusalén occidental. Milei, conocido por sus posturas ultraliberales, afirmó que esta medida busca respaldar al pueblo de Israel y su derecho a la legítima defensa contra el movimiento islamista palestino Hamás.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, recibió con satisfacción esta declaración, considerándola un respaldo diplomático a la reclamación de Israel sobre Jerusalén como su capital indivisible. Actualmente, la embajada argentina se encuentra en Herzliya, cerca de Tel Aviv, donde se concentran la mayoría de las misiones diplomáticas. Si Milei cumple su promesa, Argentina se uniría a los pocos países que tienen su principal misión diplomática en Jerusalén en lugar de Tel Aviv.
Antes de partir hacia Israel, Milei, había destacado la importancia de Israel como aliado para Argentina, junto con Estados Unidos.