La menopausia: etapa natural de la mujer

La menopausia es una etapa natural en la vida de la mujer. Es el fin de nuestra ciclo reproductivo y el inicio de la madurez. Es el cese definitivo de la menstruación después de 12 meses seguidos de ausencia de regla, sin que exista ninguna otra causa fisiológica o patológica.

Se produce por la pérdida de la actividad folicular del ovario y suele manifestarse entre los 45 y 55 años, es más frecuente entre los 50 y 51 años, a escala mundial. Prepararse para la llegada de este momento es fundamental, a fin de evitar complicaciones con la salud y mantenernos con energía y vitalidad.

La doctora Bérgica Martínez, ginecóloga obstetra de la clínica Ricardo Palma, explica que los cambios hormonales de la menopausia predisponen al aumento de peso en la zona del abdomen, más que en caderas y muslos. Situación que se refuerza con hábitos inadecuados, sedentarismo, factores genéticos y proceso de envejecimiento.

Este mismo proceso genera que la masa muscular disminuya y la grasa aumente; ya que el metabolismo reduce su capacidad de utilizar calorías y favorece la pérdida de músculos. La falta de sueño también hace más difícil mantener un peso adecuado y hay tendencia a comer más de lo necesario.

ESTAR EN FORMA

Estudios demuestran que el aumento y exceso de peso, especialmente, en el abdomen incrementa el riesgo de sufrir problemas respiratorios, enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, cáncer de mama, endometrio y colon, entre otras patologías que pueden afectar la calidad de vida.

Para mantenerse en forma, se recomienda ejercicio físico aeróbico (caminar, correr, montar bicicleta), baile, natación y yoga. El entrenamiento físico de resistencia se aconseja en mujeres con buen estado de salud o acostumbradas a rutinas deportivas intensas. Es importante seguir un régimen nutricional balanceado, rico en calcio, vegetales y legumbres, evitar comidas picantes, disminuir el café y dulces, dejar de tomar alcohol y fumar, exposición moderada al sol para prevenir osteoporosis y hacerse un chequeo periódico ginecológico. Esto último es fundamental para el cuidado de la salud.

SÍNTOMAS COMUNES

No todas las pacientes presentan síntomas en esta etapa; sin embargo, los más frecuentes son bochornos, calor generalizado frecuente en las noches, en la cara, pecho y muslos, alteraciones del sueño y estado de ánimo, dolor de cabeza, vómitos, disminución del deseo sexual, falta de lubricación, sequedad vaginal, dolor durante las relaciones sexuales, pérdida involuntaria de orina e infecciones urinarias o vaginales recurrentes, entre otros.

El acompañamiento médico es clave, lo subraya la doctora Martínez.

//elperuano.pe

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