Conozca qué es el método de la disciplina positiva para reforzar vínculos afectivos con los hijos

Foto: Andina

En tiempos de pandemia y confinamiento, que pueden conducir al estrés en la convivencia familiar, especialistas de EsSalud recomiendan a los padres a reforzar los vínculos afectivos con sus hijos aplicando la disciplina positiva, forma de educar a los niños basada en el amor, respeto y comunicación.

Paola Albujar, especialista en neuropsicología del Hospital Nacional Alberto Sabogal de EsSalud, dijo que es posible disciplinar a los niños sin maltrato, sin gritos, pero con firmeza y amor favoreciendo el desarrollo emocional de los menores.

En ese sentido, recomendó aplicar el método de la disciplina positiva desarrollada en los años 80 por la doctora Jane Nelsen junto a otros profesionales como Lynn Lot y Cheryl Erwin, que es un enfoque educativo basado en la comunicación, la comprensión y la empatía, que promueve el equilibrio entre la amabilidad y la firmeza.

ESA DISCIPLINA SE BASA EN 5 PRINCIPIOS:

1. La conexión emocional. Establecer una comunicación horizontal, escuchar y comprender las emociones del niño sin juzgar ni cuestionar. Ayudarlos a reflexionar sobre su conducta, de manera que tomen conciencia de sus acciones y asuman responsabilidades.

2. Ser respetuosos y alentadores. Ser comprensivos con los sentimientos de la otra persona y firmes al saber poner límites y tomar acuerdos. Hacerles entender como ser libres y responsables en lo que realicen sin necesidad de que haya un adulto que les diga lo que tengan que hacer.

3. Entender el comportamiento. Ver que hay detrás de la conducta del niño. Puede estar frustrado, muy serio, que no manifieste sus sentimientos. Prestar atención ayudará a encontrar soluciones.

4. Habilidades sociales. Observar cómo se desenvuelven en el hogar y fuera de casa. Es importante que sepan organizarse, tomar decisiones siempre guiados de un adulto que les enseñe una disciplina positiva. Prestar atención cuando el niño hace algo bien y felicitarlo, eso lo animará a portarse mejor y que sea menos necesaria la disciplina.

5. Pulir sus talentos y capacidades. Cada niño tiene diferentes talentos y capacidades. Hay que conocerlos para pulirlos y potenciarlos en el futuro.

Recomendó aplicar la disciplina positiva desde pequeños darles responsabilidades, que realicen actividades que puedan hacer, que vean una familia organizada porque el niño observa el universo que lo rodea, su familia, padres, la casa donde viven. Es importante el ejemplo.

Hay estudios que confirman que los padres democráticos, empáticos, de conversación fluida, que les dan a conocer comportamientos positivos, crean niños con autoestima más alta, con autocontrol, que se desenvuelven en su entorno social.

En cambio, los padres autoritarios, con límites muy trazados, sin comunicación, desentendimiento paternal, consiguen niños que no se desenvuelven bien en su entorno, baja autoestima y autocontrol, agresividad, impulsividad, afirmó.

Finalmente, aconsejó a los padres a trabajar en ellos mismos para lograr en sus hijos cosas positivas, recordar que son padres educadores y tomar lo positivo de la pandemia que los ha ayudado a proyectar qué es lo que quieren para sus niños, que sean independientes, que se conviertan en adultos bondadosos, seguros de sí mismos.

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