Por: Jorge Chávez Hurtado
Bajo la imponente presencia de los cerros Marabamba, San Cristóbal y Rondos, y la eterna vigilancia del mítico Pillco Mozo, Huánuco se alza como un crisol donde se funden valores, historia y tradiciones que han dado forma a su esencia pluricultural. Es en este contexto que el Día de la Identidad Cultural Huanuqueña surge, no como una simple celebración, sino como un profundo viaje hacia las raíces que definen a quienes habitan esta tierra bendita.
Este día de conmemoración, instituido bajo la Ordenanza Regional Nº 053-2026-GRHUÁNUCO, se eleva como un faro que ilumina la autenticidad y la diversidad que caracterizan a Huánuco. Es un momento para detenernos y reflexionar sobre el pasado que nos ha moldeado, reconocer el presente que vivimos y proyectar un futuro anclado en la rica herencia cultural que nos identifica. A través de diversas actividades, el Día de la Identidad Cultural Huanuqueña busca no solo rendir homenaje a las expresiones culturales, sino también fortalecer la identidad y el orgullo por una historia que conecta a su gente con esta tierra, desde el legendario Hombre de Lauricocha hasta nuestros días.
La verdadera importancia de esta celebración radica en su capacidad para entrelazar a las once provincias de Huánuco en un abrazo de pertenencia compartida e intercultural. Es una oportunidad para honrar a las grandes culturas que nos precedieron, rescatando y resaltando las costumbres, mitos y valores que componen nuestro ADN cultural. Mediante danzas, exposiciones artísticas y presentaciones culturales, este día se convierte en una vibrante manifestación de la profundidad y la vitalidad de la identidad regional.
Este año, el Día de la Identidad Cultural Huanuqueña se celebrará el viernes 16 de agosto, y no solo conmemorará la riqueza cultural de Huánuco, sino que también destacará la urgente necesidad de preservarla y transmitirla a las generaciones venideras. En un mundo que avanza a un ritmo vertiginoso, donde las influencias globales amenazan con desdibujar las tradiciones locales, este día se erige como un recordatorio palpable de que la autenticidad y la diversidad cultural son tesoros invaluables, que merecen ser custodiados y promovidos con esmero.
Huánuco, una región esculpida por el tiempo y la historia, donde las huellas del pasado se entrelazan con la energía del presente, nos invita a recorrer su tapiz cultural, tejido con hilos de tradición y modernidad. Desde los tiempos ancestrales del Hombre de Lauricocha y la gran cultura Kotosh, hasta la época colonial y más allá, las tradiciones, costumbres y valores de esta tierra han florecido, formando un legado único que debe ser conocido, comprendido y difundido con amor y respeto.
La diversidad geográfica y cultural es el corazón palpitante de Huánuco, y cada año, el viernes que sigue al aniversario de la ciudad, esa diversidad brilla con un espíritu intercultural. Desde la Mamarayhuana, el Tuy Tuy, el Tatash, las Pallas, la Jija Rucu, hasta la danza de los Negritos de Huánuco, estas expresiones narran historias que resuenan en cada rincón de las once provincias. Cada danza, cada melodía, es una pieza vital en el mosaico de identidad que define a la región. La unidad en la diversidad cobra vida en los hogares, en los organismos públicos y privados, en las instituciones educativas y en los parques que se llenan de colores, sonidos y multiculturalidad durante esta celebración.
En un mundo cada vez más globalizado, el Día de la Identidad Cultural Huanuqueña se alza como una luz de resistencia y una celebración de la riqueza que emana desde las entrañas de nuestras diversas provincias y distritos. Es un recordatorio de que la identidad cultural es una joya preciosa que debe ser cuidada con devoción y compartida con orgullo, una fuente inagotable de inspiración y un testimonio del legado que fluye de generación en generación en esta tierra de once provincias: Ambo, Huánuco, Leoncio Prado, Marañón, Puerto Inca, Lauricocha, Huacaybamba, Huamalíes, Pachitea, Dos de Mayo y Yarowilca.
¡Feliz Día de la Identidad Cultural Huanuqueña! Que esta celebración siga siendo un símbolo de la herencia rica y diversa que compartimos, y del profundo orgullo que sentimos por nuestras raíces.
