Por Adalberto Pérez Naupay
PALABRAS INICIALES. El espacio geográfico del Perú es heterogéneo, distinguimos claramente el espacio costero bañado por el mar, la sierra con sus montañas y estrechos valles interandinos y la foresta región selvática, con sus hermosas llanuras atravesados por grandes río donde habitamos más de 33 millones de habitantes con diversidad étnica, cultural y lingüística; los antropólogos e historiadores sostienen, que somos un país multicultural, multiétnico y plurilingüe; aún persisten rastros de pequeñas naciones de la época de la autonomía en una nación grande; si bien es cierto que la invasión española generó una hecatombe, pero no acabó. Hoy 27 de mayo con motivo de recordarse los 47 años del reconocimiento del idioma Quechua como lengua oficial de la República, creo que es necesario rastrear los precedentes en materia legal que tratan de rescatar y preservar nuestras lenguas nativas que constituyen la historia viva de nuestra patria; muchas de ellas, se han extinguido y otros camino en extinción; sabemos bien, aparte del quechua y aimara en gran parte de nuestra amazonía, aún sobreviven muchas lenguas nativas como: awajún, shipibo, ashaninka, huitoto, yanesha, bora, kapanawa, muniche, yagua, cashinahua, jakaru, amahuaca, shiwilu, kakataibo y otras.
DECRETO LEY N° 21156. El presidente que inició la reivindicación del idioma quechua, fue el General Juan Velasco Alvarado (1968-1975); habiendo promulgado el Decreto Ley N° 21156, el 27 de mayo del año 1975, que en su artículo 1°, dice: Reconócese el quechua, al igual que el castellano, como lengua oficial de la República. Artículo. 2° A partir de la iniciación del año escolar 1976, la enseñanza del quechua será obligatorio en todos los niveles de educación de la República”. En el campo educativo y cultural, los militares reconocieron el idioma quechua como idioma oficial, junto con el castellano. Las estaciones de radio, e incluso la televisión, comenzaron a transmitir noticieros y avisos comerciales en la lengua vernácula(Contreras y Cueto 2015: 352, 353); sin embargo, desde aquella fecha hasta nuestros días desde el punto de vista antropológico y lingüístico poco o nada se ha fortalecido, como algunos estudiosos afirman, más al contrario, “el quechua se muere de vergüenza”.
LEY N° 29735. (Ley que regula el uso, preservación, desarrollo, recuperación, fomento y difusión de lenguas originarias del Perú). Esta normafue promulgada por el Congreso de la República el 2 de julio de 2011, cuando era Presidente de dicho Poder Legislativo don César Zumaeta Flores; en el artículo 3, dicha ley afirma:“…, se entiende por lenguas originarias del Perú a todas aquellas que son anteriores a la difusión del idioma español y que se preservan y emplean en el ámbito del territorio nacional” y sobre algunos de los derechos de la persona señala: Usar su lengua originaria en los ámbitos público y privado y ser atendida en su lengua materna en los organismos o instancias estatales. Esta Ley, en el gobierno del expresidente Ollanta Humala Tasso, el 21 de julio de 2016, fue reglamentado mediante Decreto Supremo N° 004-2016-MC. Y, en el mandato del ingeniero Martín Vizcarra Cornejo, se emitió el Decreto Supremo N° 011-2018, mediante el cual se aprobó el Mapa Etnolingüístico del Perú, reconociéndose oficialmente 47 lenguas aborígenes. ¿Cuántos conocerán estas normas?
En esta breve presentación y análisis de la importancia del idioma quechua y otras lenguas aborígenes, seamos directos y sin medias tintas; su práctica y difusión están totalmente vinculadas con lo indígena, con lo campesino y provinciano; esta realidad hace que muchos ciudadanos no quechua hablantes muestran cierto rechazo o simplemente no desean aprender, de allí que los que se expresan en lenguas aborígenes no son considerados ni respetados, sobre todo en áreas urbanas; siendo muy notorio en capitales de los departamentos. Sin ir muy lejos, en el valle del Pillco (Huánuco) observamos algunas actitudes similares, probablemente datan desde los años de la ocupación y migración europea del siglo XVI y mediados del siglo XIX. El año 1937, Esteban Pavletich dijo: Contrasta esa actitud con la subestimación, el gesto burlón y despectivo, como la mayoría de los huanuqueños de la ciudad acogen a los huanuqueños de las provincias, principalmente de las provincias Occidentales. Para la fatuidad presumida del huanuqueño de la ciudad, el domaíno o el huamaliano, es el “shucuy”. ¿En la actualidad, es un tema superado? merece un análisis sociológico.
Uno de los grandes defensores de nuestras lenguas aborígenes, sobre todo del quechua, fue el escritor José María Arguedas (Apurímac), de tantos libros que escribió, en uno de ellos que es AGUA, donde encontramos términos quechuas como: mama allpa, tayta inti, jatunrumi, súa, etc. Otros intelectuales que hicieron grandes esfuerzos por la reivindicación de nuestras expresiones culturales andinos fueron: Alfredo Torero (Huacho), Clodoaldo Soto (Huanta), Rodolfo Cerrón (Huancayo), Marino Pacheco (Pasco) y Venancio Domínguez Condezo (Huánuco); como los nombrados, existen muchos ciudadanos en el país, preocupados en valorar y revalorar nuestra cultura auténtica, a todos ellos nuestro respeto y admiración.
PROPUESTAS
- Nuestras lenguas aborígenes deben ser habladas con total libertad y en cualquier parte del territorio nacional, sacudirnos del “complejo” que nos persigue del llamado “vergüenza lingüística” y más al contrario, sentirnos orgullosos por lo nuestro y auténtico; por lo tanto, nuestras lenguas originarias deben convertirse en cartas de presentación ante otras sociedades del mundo.
- El MINEDU a través de la Dirección General de Educación Intercultural, Bilingüe y Rural (DIGEIBIR) y el Ministerio de Cultura, deben realizar una política educativa más sostenida y sensibilizadora para la práctica de lenguas aborígenes, en todos los niveles educativos.
- Las universidades interculturales del país, como en Chanchamayo y Satipo (Junín), Quillabamba (Cuzco), Pucallpa (Ucayali) y Bagua (Amazonas); deben convertirse en centros superiores pilotos para la difusión de lenguas amazónicas.
- En otras universidades del país, como en la UNHEVAL, deben crearse Institutos de Lenguas Nativas, para su preservación, investigación y difusión.
- Los medios masivos de comunicación (Radio y TV) con el apoyo de los universidades, municipios y Direcciones Desconcentradas de Cultura deben contribuir en la difusión de nuestras lenguas nativas con la participación de sus propios protagonistas. Los medios de comunicación social deben colaborar con el Estado en la educación y en la formación moral y cultural (Art. 14, Constitución Política 1993).
Huánuco, 27 mayo 2022