Por el Bicentenario del Perú, y en el mes jubilar del Cusco, la exposición Túpac Amaru y Micaela Bastidas. Memoria, símbolos y misterios llegará a la Ciudad Imperial, donde será inaugurada el próximo 23 de junio en el Museo Inka de la Universidad Nacional de San Antonio Abad (UNSAAC).
La ceremonia inaugural contará con la participación del presidente de la República, Francisco Sagasti; el ministro de Cultura, Alejandro Neyra; la directora del Proyecto Bicentenario, Laura Martínez; el director del Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social (LUM), Manuel Burga; y autoridades locales.
La muestra estará abierta al público de manera presencial a partir del 24 de junio hasta el 23 de septiembre, los días lunes, miércoles y viernes de 9 a.m. a 2 p.m. El ingreso es libre.
Antes, la muestra se exhibió por seis meses en las salas del LUM, en Lima. Fue organizada por el LUM, el Proyecto Especial Bicentenario, la Universidad de California – Davis y la Dirección Desconcentrada de Cultura del Cusco.
A la organización en el Museo Inka se ha sumado la UNSAAC, además de profesionales e instituciones de la misma región.
Tupaq Amaruq, Micaela Bastidaspa
La exposición será presentada con textos bilingües en castellano y quechua, tal como el nombre principal Tupac Amaruq, Micaela Bastidaspa, kawsayninkuta uyankuta, p´achakusqakuta, kunkankuta mashkaspa; y el texto curatorial.
Así, se podrá leer en castellano que “la muestra busca exhibir la forma en que un grupo de artistas representa o ha representado los rostros o imágenes de dos personajes fundamentales de la historia nacional y global: José Gabriel Condorcanqui Túpac Amaru y Micaela Bastidas Puyucahua, quienes ofrendaron sus vidas, la de sus familias y de sus seguidores (en su gran mayoría indígenas quechua-hablantes) en una lucha desigual contra la corrupción de funcionarios coloniales y por un gobierno con mayor justicia”.
Y en quechua, uno de los idiomas oficiales del Perú: “Kay qhawarichiypin huk t’aqa artistakuna, rikuchimuwashanchis, mast’arimuwashanchis ishkay warmi-qhariq cheqaq uyanta, willakuyninkuta, kawsayninkuta,paykunan Perú llaqtay puriyninpi yanaparqanku: José Gabriel Condorcanqui Túpac Amaru, hinallataq Micaela Bastidas Puyucahua, paykunan wañuyman ayparqanku, kikillantaq ayllunkupas, paykunawan kushka puriqmasikunapas (yaqa llapanku runasimi rimaqkuna karqanku) chay awqanakuykunapin llaqtamasinchis runasimikuna, chanin kawsayta, cheqaq justicia,nisqata, mashkaspa coloniamanta kamachiqkunawan maqanakurqanku”.
Trece artistas en el Museo Inka
En la primera de las salas temporales del Museo Inka se han montado las obras de seis artistas, y en la segunda, de los otros siete y reproducciones clásicas; mientras que en un corredor se encuentran la cronología y las representaciones de Cusco.
Los visitantes podrán apreciar reproducciones de piezas como el Túpac Amaru de Tadeo Escalante, pintado sobre cuero (siglo XIX); cuatro pinturas menciones honrosas del Concurso Nacional de Pintura Túpac Amaru (1970), portada de cómic “Túpac Amaru, el león descuartizado” de la serie “Aventuras de la vida real”, primera historieta latinoamericana sobre Túpac Amaru (México, 1957); fotografía B/N de Néstor Quiroz, primer retrato de Túpac Amaru en Palacio de Gobierno (1972), entre otras.
Asimismo, la representación contemporánea acerca de Micaela y José Gabriel desarrollada mediante técnicas y formatos diferenciados, como óleo, serigrafía y grabado, e instalaciones, bordado y trenzado de fibras de alpaca, además de un proyecto de realidad aumentada; y del acompañamiento sonoro en la voz de los poetas José María Arguedas y Alejandro Romualdo.
Los artistas participantes provienen de cinco regiones del país: Nereida Apaza (Arequipa), Karen Bernedo (Lima), Fernando Bryce (Lima), Angie Bonino (Lima), Jaime Domenack (Lima), Delfina Nina (Cusco), Alfredo Márquez (Lima), Antonio Páucar (Junín), Daniela Ortiz (Cusco), Israel Tolentino (Huánuco), Elliot Túpac (Lima), Susana Torres (Lima) y Luis Torres Villar (Lima).
El Museo Inka yace en lo que era el palacio o «kancha inka» del inca Huáscar y Atahuallpa, por lo que en su interior existen muros inkas. Es una casona colonial cusqueña edificada a principios del siglo XVII por el teniente corregidor Francisco Alderete Maldonado, quien la habitó hasta su muerte en 1643. Alberga innumerables objetos desde la etapa preinca hasta colecciones etnográficas contemporáneas.
//Andina.