José Varallanos

Por Víctor Raúl Osorio Alania*

«Ciertos libros parecen haber sido escritos no para aprender de ellos, sino para que se reconozca lo que sabía su autor», Johan Wolfgang Goethe (1749-1832).

internalizo y admiro a José Vara Llanos, nació el 20 de marzo de 1907, hijo de Andrés Vara Cadillo y Nicolasa Llanos, autor de Historia de Huánuco, amén de otras obras.

Estudió en su tierra natal (Escuela de Huallayco, Colegio Nacional de Minería, hoy, Gran Unidad Escolar Leoncio Prado), pronto, en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, graduándose como Doctor en Derecho Público. Senador por Huánuco. Expira el 1 de enero de 1998, en Lima.

HOMENAJE. Entrelineas bosquejo el soneto con acróstico que he titulado: José Vara Llanos, virtuoso ser.

José Vara Llanos, virtuoso ser, / Oscila con elementos de historia, / Sabio huanuqueño de altiva memoria /Énfasis puso al mañana de ayer.

Viviendo los momentos, a placer, / Alzaste Vara Llanos hecha gloria / Reglando en Varallanos como euforia / Aviso este dato para el dosier.

Libre cauce del Pillkumayu, alego, / Lleva a buen puerto a José Varallanos, / Así tendrá méritos y sosiego.

Nació en marzo según los decanos / Ostenta pesquisas y no hay doblego / Su existencia entrelazó mente y manos.

ENTREVISTA. Indago sobre toponimia (nombre propio de lugar) en la versión de José Vara Llanos o el fusionado José Varallanos que estrenó en actividades educativo culturales.

¿Cuándo y dónde fue publicada esta obra cumbre? Historia de Huánuco, introducción para el estudio de la vida social de una región del Perú, desde la era prehistórica a nuestros días, fue realizado en la Imprenta López, vio la luz el 28 de julio de 1959 en Buenos Aires, Argentina.

¿Cómo ha dividido el corpus? En cuatro partes y estas constan de capítulos (32 en total). Primera parte: aspecto geográfico toponímico, segunda parte: épocas preinca e inca, tercera parte: conquista y colonia, cuarta parte: emancipación y república.

¿Qué fuentes ha utilizado? Los documentos que han estado a nuestro alcance. En verdad, hemos utilizado no todos los que pudieran hallarse inéditos en los archivos y bibliotecas. Porque, con excepción del que posee el Ministerio de Hacienda, la Biblioteca y el Archivo Nacional, los archivos del Perú no están aún a disposición del investigador… Los archivos de la ciudad de Huánuco, en particular, no existen para el estudio y la investigación. Los legajos que guardan los notarios y los escribanos públicos, no están siquiera distribuidos por siglos… En lo referente a la era preincaica, no hemos realizado, en verdad, estudio arqueológico alguno. Porque no somos especialistas en esa disciplina (pp. 11-13).

JV admite el uso general de las fuentes históricas primarias o escritas, aunque obvia las fuentes no escritas (testimonio oral, monumentos, restos humanos, entrevista, artes plásticas).

¿Qué eslabón bibliográfico podría mencionar previo a Historia de Huánuco? Podemos mencionar como el primer libro en pro del conocimiento del pasado huanuqueño, la Monografía Eclesiástica de la Diócesis de Huánuco y Junín, de monseñor doctor Francisco Rubén Berroa, aparecido en 1934. Aunque falto de estructura técnica y muchas de sus afirmaciones son arbitrarias, esta obra de Berroa ha abierto el cauce para el estudio de la historia huanuqueña (p. 15).

La honradez intelectual resulta ventajosa cuando se emprende labores individuales y en equipo.

«El Perú es un problema, pero también es una posibilidad», exhorta Jorge Basadre Grohmann. Siendo así, ¿cómo califica usted a la región donde nació? Siendo Huánuco parte integrante de un todo geográfico y político que se llamó Imperio Incaico, Virreinato de Lima y hoy República del Perú; conforme a nuestro método se verá que su historia es también capítulo importante de la historia patria (p. 14).

Todas las personas como sociedades son importantes en el concepto de nación (si prefieren, digo patria o estado), entonces, urge conocer sobre Huánuco y el Perú.

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Concerniente a este punto, Monografía Eclesiástica de la Diócesis de Huánuco y Junín, señala:Tiene Huánuco, ciudad trasandina, todas las características para ocupar un puesto distinguido entre las adelantadas del país, tal como lo idearon los conquistadores; pero las circunstancias adversas, como su apartamento de la costa y la gran dificultad de trasmontar las dos altas cadenas de los Andes por puntos tan elevados como Ticlio y Cerro de Pasco (Berroa, 1934, p. 423).

¿Cuál es la toponimia apropiada de Huánuco? No se ha dilucidado aún la etimología toponímica de este término. Existen diversas leyendas y opiniones para explicar su origen y significado. Fray Martín de Morúa, dice que Huánuco deriva de huanu o guanu. Que la mujer de Huayna Capac, la Coya, acompañante de éste [este], al ver que unos indios sembraban en unas pampas sin abono les obsequió un saco de estiércol –guanu– diciéndoles: guanuco: abonen la tierra; y que, desde entonces, se dio al lugar el nombre de guanuco. Otra opinión, relatada por el propio Morúa, es esta: pasando por aquellas tierras se enfermó el Inca, en forma grave; y su mujer, la Coya, le dijo a un capitán: huanucunmy o guañunca, que en quechua significa: se muere o morirá. Desde dichas respuestas, la región se quedó con el nombre Guanuco, con el que lo conocen indios y españoles.

Guaman Poma afirma que, en el Chinchaysuyo, en Huánuco el viejo, se celebraba una gran fiesta llamada uauco, en la que se evocaba los tiempos preincas, danzándose en honor del guanaco. Berroa cree que el primitivo nombre indígena ha podido ser huañucuy–muérete– de donde se derivó Huánuco. Se funda en que los “españoles a sus moradores los llamaron huanucuyus y no huanucumis como habría sido el plural de huanucumi. Raymundo tafur hace eco de una leyenda en la que se entremezclan las palabras huanuco y pilco, y quiere decir que Huánuco proviene de huanucumi pilcopac: me muero por Huánuco (p. 36).

Varallanos propone un variopinto propositivo referido a toponimia, lo bueno que rescata todas las que tiene a la mano y cita a los autores. También esgrime los significados de Pillcu, Ambo, Acomayo, Arancay, Cahuac, Caina, Cauri, Conchamarca, Chacabamba, Chaglla, Chaulán, Chavín o Chawin (tigre), Chavinillo (pequeño Chavín), Chinchao, Cholón, Chupán, Chuquis, Churubamba, Huacar, Huacrachuco, Huallanca, Huallaga, Huacaybamba, Huamalíes, Huayhuash (comadreja).

Asimismo, explica lo concerniente a Jacas, Jivia, Lauricocha, Llata, Margos, Obas, Pachas, Pachitea, Panao, Patay-Rondos, Puños, Queropalca, Quivilla, Rondos, Rupa-Rupa, Sillapata, Singa, Tantamayo, Tingo María, Tomayquichua, Umari, Yanas, Yarumayo.

¿Cuántas nomenclaturas históricas pertenecen a la colonia y república? Baños, Dos de Mayo, Jesús, La Unión, Marañón, Monzón, Miraflores, San Rafael, Santa María del Valle, Vizcarra (pp. 52-55).

Fuente: Varallanos, J. (1959). Historia de Huánuco. Buenos Aires: Imprenta López.

*“El Puchkador de la Nieve”

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