Por: John Cuéllar
La presente nota viene a ser, si no una loa a la lectura y al diccionario, una nota de reflexión sobre lo que ha pasado antes de la pandemia y sobre lo que viene pasando posterior a ella.
¿Cuán importante es la lectura?
La lectura es muy pero muy importante en gran parte de la vida. Su beneficio abarca todas las especialidades, si hablamos de la formación universitaria o técnica. No hay una profesión que se desentienda de ella y no hay profesional que diga que es excelente sin haber recurrido a ella, salvo las voces de la mediocridad y la ignorancia que desean justificar sus carencias.
Lo anterior, nos hace recordar dos afirmaciones: “Los que me conocen de cerca saben que no leo, que nunca escribo, pero me he dado un tiempo para revisar algunos textos ayer en la noche” (un político que pretendía la presidencia del país) y otra donde un “escritor” afirmaba que no leía a otros autores para que no se le pegue el estilo (una buena solución para no caer en la copia de un estilo es leer toda una variedad de autores: cuanto más autores se lea más difícil será caer en la copia de un estilo).
En cuanto a los estudiantes, su importancia es crucial, porque la lectura les da muchísimos beneficios, como: actualidad, antiestrés, aprendizaje, autoconocimiento, comprensión lectora, comunicación, concentración, concentración, conocimiento, creatividad, curiosidad, desarrollo personal (ver: https://www.comunidadbaratz.com/blog/20-razones-por-las-que-la-lectura-es-importante-para-nuestras-vidas/), descanso, descubrimiento, dinamismo, distracción, emociones (alegría, tristeza, cólera, miedo, sorpresa, amor…), escritura, exploración, gramática, imaginación, información, inspiración, investigación, lenguaje, memoria, recuerdo, relajación, sinapsis, vocabulario, etc.
¿Por qué hoy se promueve menos la lectura en las instituciones?
El problema no es de ahora, sino de siempre. Si bien es cierto que, antes de la pandemia, nos quejábamos de que se leía poco, ahora es peor. Hoy, la mayoría de las instituciones no cuenta con un Plan Lector serio (biblioteca física institucional actualizada, biblioteca virtual institucional, minibliblioteca de aula, programación de buenos libros a leer durante el año y que sean dosificados según la edad, actividades de promoción de libros, encuentro con los escritores, concurso de lectura, etc.).
¿Y por qué sucede esto? Porque aún no hemos entendido ni asimilado la importancia de la lectura; porque creemos que las matemáticas son superiores a la lectura y a todas las habilidades del ser humano; porque creemos que un futuro ingeniero no necesita leer, menos si son cuentos, novelas o poemas; porque hoy hay más mala literatura que buena; porque hoy nadie quiere “desperdiciar” una hora leyendo un libro o escuchando un audiolibro, pero sí desean “invertir” tres, cuatro o cinco horas “desestresándose” en WhatsApp, TikTok, Instagram, Facebook, Youtube (ver: https://ilifebelt.com/cuanto-tiempo-vida-pasas-las-redes-sociales/2022/09/#:~:text=Actualmente%20la%20red%20social%20en,consumido%20en%20los%20%C3%BAltimos%20a%C3%B1os.); porque hoy los concursos se centran en todo menos en lectura; porque creemos erróneamente que leer implica solo vista y cerebro (libros), cuando puede ser oído y cerebro (audiolibros), vista, oído y cerebro (libro audiovisual) y un abanico de formatos de lecturas.
¿Cuán importante es el uso del diccionario, hoy?
El uso del diccionario ha sido y sigue siendo muy importante, cualquiera sea la carrera profesional que se ha de seguir o la profesión que se está desempeñando. Al igual que la lectura, quizá exista, hoy, gente que se jacte de no haber usado diccionario alguno en su vida. Que no lo haya usado, teniendo la capacidad de hacerlo, solo delata ignorancia, conformismo, mediocridad, y tantos adjetivos habidos y por haber.
El diccionario es un medio importante ya que nos da luces, luces reales, porque convierte los signos no lingüísticos en lingüísticos. Y, ¿por qué son importantes los signos lingüísticos? Porque, cuantos más signos lingüísticos tengamos, más podremos comprender el mundo concreto y abstracto. Además de este beneficio, es válido citar otros beneficios no menos importantes del diccionario: permite el aprendizaje independiente, conocer el significado de las palabras, ampliar el vocabulario, esclarecer dudas sobre la ortografía de las palabras, adecuar las palabras a una situación comunicativa determinada, comprender el sentido figurado de palabras o expresiones, conocer la pronunciación de las palabras, las variedades, registros, usos, etc.
¿Por qué hoy se usa menos el diccionario?
Hay varias respuestas para ello:
- Los diccionarios que “usan” los estudiantes son muy básicos y por ello terminan creyendo que ya lo sabe todo. No se dan cuentan que esos diccionarios básicos no obedecen a su nivel sino a uno inferior (Primaria).
- Existen diccionarios online, lo que lleva al estudiante o profesional a prescindir del diccionario físico. Pero, ni así consultan el término desconocido, pues, la gran mayoría prefiere saltarse la duda, el término difícil, y continuar con la lectura, así como con su ignorancia.
- En las instituciones no se permite el uso de celulares, menos en las instituciones educativas, y con mucha razón, ya que el latinoamericano común no está habituado a usar este instrumento como medio de soporte en su formación académica o en su desempeño laboral, sino que lo emplea como medio de entretenimiento o distracción que le lleva a la procrastinación (“acción o hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables”, fuente: https://www.copmadrid.org/wp/procrastinacion-que-es-y-como-se-vence/#:~:text=La%20procrastinaci%C3%B3n%20es%20la%20acci%C3%B3n,aquellas%20que%20no%20nos%20divierten.).