El vals de Ubaldo Fernández que transcendió el tiempo: “Mensaje a Tingo María”

Por: Jorge Chávez Hurtado

En 1977, el Centro Musical Melodía Huanuqueña, con la dirección del maestro Gumersindo Atencia Ramírez, lanzó al escenario musical una obra maestra que se ha convertido en un himno a la naturaleza: “Mensaje a Tingo María”. La pluma y la voz de Ubaldo Fernández Fiestas, autor y compositor, dieron vida a una memorable creación que, a lo largo de los años, ha sido reinterpretada por diversas voces, pero cuya esencia atemporal se mantiene inalterada.

En las líneas melódicas del vals “Mensaje a Tingo María”, Ubaldo Fernández Fiestas teje un tapiz lírico que va más allá de la mera descripción de la exuberante naturaleza de Tingo María; es una oda apasionada que revela una conexión profunda entre el trovador y la tierra que celebra. Este hermoso vals, que vio la luz en 1977 bajo la interpretación del Centro Musical Melodía Huanuqueña, no solo es un canto a la belleza selvática, sino también una manifestación del amor del autor por su tierra natal.

La apertura de la canción invoca al oyente a “escuchar el mensaje de un trovador que ama a la naturaleza”. Desde el principio, se establece una relación entre el artista y la tierra, destacando la devoción hacia la madre naturaleza. Fernández Fiestas personifica la divina providencia al afirmar que ha realzado la belleza de la exuberante selva de Tingo María, otorgándole un carácter casi divino.

La descripción del amanecer, con el sol entre los cerros que reviste de brillo el horizonte, crea una imagen poética que ilustra la majestuosidad del paisaje. La inspiración del trovador, evocada por el arrullo de las aves, revela una conexión íntima y profunda con la naturaleza, donde la música de la tierra se convierte en la partitura de sus emociones desbordantes.

Las metáforas poéticas se entrelazan con la descripción de las mujeres como la “fragancia de rosas” y el paisaje como un encanto, pintando un cuadro vívido de la riqueza cultural y natural de Tingo María. La mención de “La Bella Durmiente” como tesoro refuerza la idea de que la tierra es más que un escenario físico; es un depósito de tesoros nostálgicos y emocionales para el autor.

La segunda parte de la canción eleva el homenaje a Tingo María como un “bello panorama” que ha permeado los sueños del trovador. Aquí, se revela que la canción no es solo una expresión artística, sino una evocación personal de los recuerdos y sueños ligados a esta tierra. Cascadas, ríos y aguajales se convierten en testigos de una grandeza que va más allá de lo físico; es la grandeza digna de un pueblo y su identidad.

Esta joya no es solo una canción, sino un poema musical que trasciende la mera descripción geográfica. Es un viaje emocional que conecta al oyente con la naturaleza y la identidad de Tingo María, dejando una marca perdurable en el alma de quienes lo escuchan. La obra de Ubaldo Fernández Fiestas, ya fallecido, es un legado que continúa contando la historia y la pasión de un trovador por su tierra natal, Huánuco.

“Mensaje a Tingo María” se erige como un monumento sonoro, no solo a la naturaleza, sino también al compromiso artístico de Ubaldo Fernández Fiestas. Su capacidad para capturar la esencia de la selva peruana y expresarla a través de la música revela una conexión profunda con su entorno. Este legado musical se convierte en una invitación a explorar las raíces y la identidad cultural de Huánuco, preservando así la memoria de un artista que dedicó su vida a enaltecer la belleza de su tierra y su gente. En cada acorde, la presencia de Ubaldo Fernández Fiestas sigue viva, como una melodía eterna que resuena a través del tiempo.

 

MENSAJE A TINGO MARÍA

Autor: Ubaldo Fernández Fiestas

Escucha el mensaje de un trovador,

que ama a la naturaleza,

pues la divina providencia

ha realzado la belleza de tu selva.

El sol entre los cerros al asomar,

reviste de brillo el horizonte,

y el arrullo de las aves me inspiran

a cantarte esta canción.

Fragancia de rosas, tus mujeres

son encantos, tu paisaje, cielo azul,

esas verdes montañas que añoro,

La Bella Durmiente, tu tesoro. (BIS)

Tingo María, bello panorama,

ha hecho de mis sueños una evocación,

canto a tus cascadas, ríos y aguajales,

a la grandeza digna de tu pueblo.

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