Por: Jorge Chávez Hurtado
La hermosa canción «El Peregrino» del autor y compositor José Abelardo Zevallos Ramos, interpretada por Roxsana Consuelo Ambicho Maiz, Silvia Fernández Palacios y el Coro Ruicino, es una verdadera obra poética que explora temas de amor, pérdida y anhelo. Un profundo análisis crítico de su letra revela el significado y la profundidad emocional que contiene.
Estilo y estructura
La letra de la canción está compuesta por estrofas repetitivas y un estribillo que refuerza los sentimientos profundos del protagonista. La repetición de versos destaca la insistencia del peregrino en su búsqueda y su sufrimiento persistente. Este recurso no solo hace que la canción sea más memorable, sino que también intensifica su impacto emocional.
Temas principales
Búsqueda y Peregrinaje. El personaje central de la canción se describe como un «peregrino que sin rumbo va», lo que sugiere una búsqueda desesperada, incansable y errante. Este motivo del peregrino es común en la música y la literatura, simbolizando una travesía tanto espiritual como física.
Ruego y Esperanza. La súplica al cielo para que «te de su luz» refleja un deseo de intervención divina, esperando que algo externo ablande el «duro corazón» de la amada. Este acto de implorar destaca la desesperación y la dependencia en una fuerza superior y divina para resolver sus conflictos emocionales.
Dolor y Soledad. La imagen del «ave que volando va, buscando su nido sin poderlo hallar» es una metáfora poderosa de soledad y desorientación. La comparación del alma sangrante con un ave perdida intensifica el sentimiento de dolor, tristeza, aflicción y desarraigo.
Simbolismo y lenguaje
El texto de la canción utiliza un lenguaje sencillo pero cargado de simbolismo. Las metáforas del ave y el peregrino crean imágenes vívidas que permiten al melómano oyente sentir el anhelo y la desesperanza del protagonista.
Interpretación emocional
La canción es una expresión de amor no correspondido y el deseo de reconexión. El protagonista no quiere herir a su amada, sino simplemente «volverte a contemplar». Este anhelo profundo está teñido de tristeza y resignación, ya que la ausencia de la amada provoca lágrimas, pero también hay «gozo dentro de mi corazón», lo que paradójicamente sugiere que el amor, a pesar de su dolor, sigue siendo una fuente de alegría y esperanza.
EL PEREGRINO
Autor y Compositor: José Zevallos Ramos
Soy un peregrino que sin rumbo va,
a ver si algún día te puede encontrar.
Al cielo le imploro que te dé su luz,
para que se ablande tu duro corazón. (Bis)
Cual si fuera un ave que volando va,
buscando su nido sin poderlo hallar;
sangrante mi alma, llevo mi dolor
y busco tus huellas, ¿por dónde quedarán? (Bis)
Yo no quiero herirte,
prenda de mi amor,
solamente anhelo
volverte a contemplar.
Y sin tu presencia me pongo a llorar,
será porque hay gozo dentro de mi corazón.
Cual si fuera un ave que volando va,
buscando su nido sin poderlo hallar;
sangrante mi alma, llevo mi dolor
y busco tus huellas, ¿por dónde quedarán? (Bis)
Esta canción, inmortalizada por la soprano Roxsana Consuelo Ambicho Maiz en 2006, ha encontrado nuevas interpretaciones a lo largo de los años. En 2009, Silvia Fernández Palacios la incluyó en el disco compacto de los nuevos valores de la música huanuqueña, promovido por la Comisión Organizadora del Día de la Canción Huanuqueña, reafirmando su vigencia y encanto. Posteriormente, en 2017, el Coro Ruicino, jóvenes embajadores de la música huanuqueña, aportaron su frescura y pasión a esta obra, grabándola y perpetuando así su legado en las nuevas generaciones.
En conclusión, «El Peregrino», desde nuestro modesto punto de vista, destaca en el grupo de las más hermosas canciones de la música huanuqueña. Su combinación de una letra profundamente conmovedora y una cautivadora melodía la convierte en una verdadera obra maestra. La canción, a través de sus interpretaciones por talentosos artistas, captura la esencia del amor, la pérdida y el anhelo, consolidándose como un tesoro inestimable de la tradición musical de Huánuco.