Por Víctor Raúl Osorio Alania (*)
Una ceremonia mística sin parangón, el shojpi o jubeo considérese un acto bucólico con ascendencia en todo estrato social, viene del pasado y se proyecta hasta el infinito como si fuera alfa y omega. Las personas pasarán, empero este acto dirá siempre la verdad desnuda.
Antecedentes. El cuy (jaka en quechua) siempre ha estado vinculado a la realidad peruana. Cuy chactado y picante de cuy han generado más de un texto instructivo, eso depende como se empodera en cada ayllu. La carne de cuy posee colágeno y vitaminas, bajo en grasas y colesterol,
La geopolítica discurre con Hatun Jacas o Jacas Grande (3.615 msnm), provincia de Huamalíes, de igual modo, está Ichic Jacas o Jacas Chico (3.795 msnm), en Yarowilca, región Huánuco.
José María Arguedas (2011) indica, «en los Andes, los pueblos preincaicos domesticaron la llama y el cuy y todas las plantas alimenticias peruanas» (p. 139). En tanto, César Vallejo (2014), en Telúrica y magnética, afirma: «¡Cuya o cuy para comerlos fritos / con el bravo rocoto de los templos!» (p. 346). Asimismo, Javier Pulgar Vidal (2019) señala que «el cuye suele ser criado en las cocinas de todas las casas con pastos naturales que las gentes arrancan del campo y con los desperdicios de la comida tales como cáscaras y sobras de alimentos» (p. 177).
El 13 de octubre se recuerda el Día Nacional del Cuy, a propuesta del Ministerio de Agricultura (Minagre, 13-nov.-2013); también, “Huayño del cuy” se titula la creación de Yuri Ortuño.
Definición de términos. Efecto placebo. Si tomo este medicamento me curo, prima la cuestión mental o de fe. Cuy. Cavia porcellus, cuy doméstico, conejillo de indias, cobaya o cobayo, es una especie híbrida doméstica de roedor histricomorfo de la familia Cavidae.
Confesión de parte. La experta agorera peina canas, cuando intuye la poca fe del recurrente niega con agudeza la maestría de [su] servicio, no obstante, si capta la buena vibra, pregunta sin rodeo ni melodrama y pactan para el viernes.
El shojpi o jubeo es y será una cuestión de hecho y derecho, anulando cualquier cohecho; acción de amparo para el sosiego y la esperanza primaveral.
19:00 horas, sexto día de la semana. Tanto de coca, más de dos cajetillas de cigarro sin filtro, incoloro aguardiente (shakta) y plena disposición de cada asistente. Mastican la coca con ahínco, aspiran el pitillo y dirigen la humareda hacia los cerros tutelares y sorben la bebida espiritosa.
Una talega blanca tiene “preso” a Cavia porcellus (cuesta cuarenta soles o más), la virtuosa setentona saca el animalito y lo “ducha” con boconadas de humo del cigarro, luego lo guarda y anticipa la faena que va cumplir.
¡Escucha! El jubeo te pone frente a frente con vacíos o aciertos existenciales, la hoja verde sincrética avisa todito, evaluación de lo andado (niñez añorada), ideales futuristas (ancianidad cercana y temida de los padres y de uno mismo).
22:00 horas. Avanza el suspenso. Paciente desnudo a la cama, se ubica de espaldas en forma horizontal. Sigan chacchapando y fumando con voluntad, ordena la vaticinadora.
El conejillo de indias protesta como las víctimas que tienen plomo en la sangre, sí señor, protesta cuando ubica las partes vulnerables del aquejado. ¡Chiiic, chiiic, chiiic!
Unidad perfecta hacen la mamita y su fortuito socio en la jornada nocturna. Las manos venosas (alternándose o juntas) pasan el cuy sobre el cuerpo, aquí la diestra sabe lo que hace su siniestra; va por la cara, de sien a sien, bajando por el cuello ondula entre los hombros, antebrazos, brazos, muñecas, manos; aplica más tiempo en el pecho, en el ombligo hace un giro especial de 360 grados, por los muslos, las rodillas y piernas; voltea ligero a su “cliente” y visita la nuca, espalda, los codos, glúteos, las pantorrillas y cierra en el talón de Aquiles. El jubeado hace mutis.
23:00 h. Degollación y desollación del cuy. La solicitud radica en informarse por qué el dolor punzante que crece a diario en la rodilla izquierda. Ojos microscópicos, concentración aterradora, manos hacendosas, por fin dan con el objetivo: «encuentro un amarre enmarañado hecho por alguien de la dinastía anterior».
Las entrañas del animalito, con su campo magnético, equivalen a la radiografía o ecografía médica, pongo las manos en el fuego por dicha aseveración, a las pruebas me remito.
Ese paciente se curó con líquido y aguijones de abejas en cuatro sesiones; cada domingo recibió la bendición de un par de abejunas; pudo recuperar su andar decidido y sigue trepando como las cabras por el monte.
00:00 horas. Frontera de actos en el shojpi. Noche lejana, bonanza del nuevo día. Abandona la casa de barro esa buena señora. Bolas de coca abultan sus carrillos, cigarro encendido en la mano izquierda, en la diestra sujeta la nívea talega que resguarda el animal menor. Invoca seguir el protocolo: «usted cuidado con quedarse dormido».
El suspenso flota cual humo del pitillo. Ella, ni bien retorna, informa: «el camino estaba libre y el “indulgente” ha quedado enterrado en algún punto de la comarca». Todos asienten la cabeza en señal de beneplácito.
01:00 horas. A descansar hasta que venga el alba y levante la voluntad de aquel o aquella y sus allegados. Incontinenti, un par de billetes de tres dígitos indica conformidad y despedida. Una buena jubeadora habilita un cuarto para el descanso del ocasional mórbido. La curiosa atiende también a domicilio, pero su honorario se triplica.
¿Por qué el cuy negro? El tono negro estriba de acuerdo a la cultura, unas veces representa la tragedia y otras la dicha. El cuy negro simboliza lo neutro (rectitud) y absorbe más que sus análogos la energía del sufrido. Aquel porvenir negro puede resultar negro por venir, o sea, más elegancia y algo de drama.
El jubeo, shojpi o frotamiento con cuy negro (yana jaka) genera efecto placebo y asimilase como comienzo del fin y fin del comienzo; porque mañana habrá un ser juvenal tratando de orientar su cabañal. Por lógica, el sacrificio de la llama pide por el bienestar placebo de la Pachamama. Dulce jubeo / contigo veo / pulcra sentencia / como la ciencia.
Posdata. Las fotos atañen a la granja de Manuel Adrián Osorio Alania y familia. El tema fue disertado en el XVII Congreso Nacional de Filosofía organizado por la UNHEVAL de Huánuco, del 23 al 27 de setiembre de 2019, siendo presidido por el Dr. Ciro Lazo Salcedo.
(*) “El Puchkador de la Nieve”