Cochacalla o laguna silenciosa

(Frescura en una crónica)

Por Víctor Raúl Osorio Alania*

Vivir de manera correcta implica movilizarse. ¿Le gustaría conocer un nuevo destino? Viaje conmigo. Vamos de Huánuco a Cerro de Pasco, preste atención, recuerde esa ruta envuelta en cariño. Al filo de la carretera central, entre San Rafael y “Primero de Mayo” (Raquia), un paradero da la bienvenida para llegar a Cochacalla, poblado importante del distrito de San Rafael, provincia de Ambo. Curva que se convierte en curvas (catorce para ser exactos); subida que engendra subidas, bienvenida que multiplica bienvenidas diarias. Desde la carretera central se viaja siete kilómetros.

Caminando –de subida– emplease más de una hora, de doce a quince minutos en vehículo; en tanto, al bajar, el récord lo tienen los cochacallinos porque emplean un máximo de veinticinco minutos; docentes campechanos que laboran lustros no pasan de treinta y cinco minutos.

El vehículo blanco-lechoso conducido de modo magistral por Tito Gonzales Espinoza y siendo copiloto Rivelino Alpes Espinoza, domina la última curva que da hacia el pueblo; ahí está Cochacalla, firme como los saberes, único como el aroma del eucaliptus. La torre del templo católico destaca sobre los techos de calamina y teja. Sobre nuestros hombros y los techos imponen su majestuosidad los cerros que albergan el eucalipto.

Calles antiguas han sido vigorizadas con el tiempo; mientras, las recientes andan polvorientas y casi chuecas (eso sí, bien conservadas), dan la oportunidad de mantenerse en la pendiente, por si acaso, pendiente que amerita mi total respeto. Ostentan un nivel o dos o más, las viviendas, paredes de adobe, techo a doble agua, puertas y ventanas en clara sujeción a la idiosincrasia del pueblo.

En el frontis de las viviendas exponen wayunkas o manojos de maíz a la benevolencia del sol. Maicito lozano / hermano peruano; / liviano maicito / serás almuercito.

Cúmulo de leña que sobrepasa dos metros de altura, hace la función de combustible en la vicharra, tulpa, cocina o estufa de barro.

La carretera desemboca en la plaza principal y logra proyectarse hasta Pacarpán y Guayapaq (Huayapag).

Toponimia. En tiempos, más cercanos que lejanos, había una gocha visible en donde ahora se ha erigido el templo católico. Esfumado el espejo de agua queda en grato recuerdo. ¿Esa gocha fue silenciada para dar paso al asentamiento humano o son efectos palmarios del cambio climático?

Gocha = pronúnciese cocha. Laguna sería traducción de gocha o cocha. Seguidamente, calla = silencio, mutismo, sigilo, mudez, mutis. Por lo tanto, Cochacalla sería «laguna callada o silenciada».

Límites. Necesario saber, Cochacalla, por el este limita con la Comunidad Campesina de Chacos, por el oeste, con el distrito de San Francisco de Mosca, por el norte, con el distrito de San Rafael y la Comunidad de Angasmarca (Huácar), por el sur, con el distrito de Pallanchacra (Pasco).

Contigo cruzaremos el límite sin retirar hitos, para unir fronteras y tener libertad de acción.

Producción. Al eucalipto podríamos calificar como árbol del dinero y del oxígeno descolorido porque empobrece el terreno, abunda en toda ladera. Útil para el terrado y como listones en las viviendas y también sirve como leña para alimentar la vicharra; también forma parte de la carretería (conjunto de carretas) en otros países del mundo.

Madereros –venidos de San Rafael y de la propia zona– ofrecen diez, once o doce nuevos soles por cada eucalipto que demora en desarrollar de cinco a seis años. El 2005 sembraron miles de plantones de propiedad de la Comunidad y de la IEI “Esteban Pavletich”. «La mayor parte es eucalipto, también aliso y sauce. (…) Eucalipto –va por camionadas– a la ciudad de Lima y a otras partes: Huánuco, Cerro de Pasco. (…) Sí. Justamente eso queremos conversar con el Ministerio de Agricultura. Ellos recomiendan sembrar eucalipto en el contorno de la chacra, mantiene dice la humedad, es mentira. Cuando se planta eucalipto, la chacra totalmente ya se malogra, ya no produce, ni la yerba produce señor periodista», testimonia don Julián Espinoza Aquino, integrante de la Comunidad Campesina San Jerónimo de Cochacalla. La comarca recibe, siembra, exhala y despide el eucalipto.

TREMENTINA DE EUCALIPTO

(Soneto)

Eucaliptal, aroma que respeto, / fuiste capaz de honrarme en loma fina / con aroma traslúcida y genuina, / la dolencia quede como amuleto.

Bálsamo de eucalipto, obra sin veto; / opositor de la tos, medicina / aparta pues a la soberbia inquina. / ¡Sahumerio enérgico! ¡Dígalo en dueto!

Árbol de raíz firme, talla enorme, / admiro, hallo e imito tu cualidad, / galán vegetal de tronco uniforme.

¿Le apremia sellar la fraternidad? / Delicia de eucalipto es rico, enorme, / conduce hacia la perfecta unidad.

Institución Educativa Integrada “Esteban Pavletich” de Cochacalla. ¿Quién fue Esteban Pavletich Trujillo? Político, escritor, ciudadano huanuqueño de opiniones respetables y muy punzantes. Mediante su obra “Autopsia de Huánuco” reivindica al desposeído de las tierras agrícolas, y a la vez, apela inversión para tener alternancia en la vida citadina. Asimismo, focaliza la necesidad de implementar bibliotecas y unirnos al avance del caudaloso Huallaga.

La IEI “Esteban Pavletich” fue creada mediante Resolución Directoral N° 00140 del 1 de marzo de 1979, empero, dio inicio a sus labores el 5 de mayo de dicho año, fecha que ha sido instaurada como día de su aniversario. Un salón de clases, en secundaria, mide en promedio 11 x 7 metros. Secundaria tiene un pabellón de dos pisos; entretanto, primaria está distribuida en aulas nuevas y vetustas.

Los preciosos instantes del pueblo y Colegio pude captar y compartir con Fabiliana Irela Espinoza Celis, Walter Alejandro Mejía Espinoza, William Carlos Quiroz Laguna, Pablo Reyes Rodríguez, Armando Eudosio Santos Alcedo, Nelly Luz Vértiz Arias, entre otros.

Fabiliana Irela / transita a la tela; / Walter Alejandro / admira el meandro; / hola William Carlos, / a ellos hay que honrarlos, / el profesor Pablo, / afirma: entablo y hablo; / don Armando Santos, / tu hogar tiene encantos, / Nelly Vértiz Arias / da ideas agrarias.

La IEI “Esteban Pavletich” irradia peruanidad y atiende a escolares de la zona y de los poblados vecinos.

Plaza principal. La plaza y el pueblo de Cochacalla respiran siempre libre de prejuicios a 3.217 metros de altitud. Un taciturno ángel vino de visita y permanece como guardián imbatible de la pileta y plaza. Los asientos de cemento posibilitan el diálogo y muchos árboles piden sosiego para cristalizar la siguiente crónica. ¡Obedezco y avanzo tras los versos! Continuará… *“El Puchkador de la Nieve”

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