Acobamba: evidencias de Alejandro Leiva Chamorro

Por Víctor Raúl Osorio Alania*

Impasible Sol y bruñida Luna hacen guiños en Acobamba (Huácar), la gente confiesa que aprendieron de César Abraham Vallejo Mendoza, cuando permaneció en esta tierra de maizales de mayo a diciembre de 1911. Luego de saborear canchita con queso entrevisto a don Alejandro Leiva Chamorro, nació el 11 de enero de 1960, hijo de Alberto Leiva Rojas e Isidora Arias Chamorro.

¿Tiene información de sus abuelos? Mis abuelos fueron de Cerro de Pasco, familia Chamorro, y mi mamá era raza española, los Arias llegaron al Perú y dejaron semilla. Soy neto acobambino. Ya no tengo hermanos, me he quedado solo.

¿Dónde estudió la primaria? Estudié primaria en Acobamba. La escuela en ese tiempo funcionaba en la margen izquierda de la iglesia católica, frente a la casa de don Claudio Arias. En época de la hacienda, encima de tronco nos sentábamos, no había silla ni mesas. Empecé a estudiar en 1973, a los trece años. Mi primera profesora fue Alvina Huapaya Núñez, huaralina. Estudiábamos transición, primer año, segundo año, con ella. Luego, para tercer año me fui a Viroy o Buenavista, estudié un año.

Menciona a tus compañeros. Recuerdo a Isidoro Rufino Nestares, el finado Ricardo Pre, Teciliano Contreras, Saturnino Rufino; en mujeres, Alejandra Gracián, Macaria Rufino Huallpa (mi esposa), Domitila Rufino, Demecia Rufino, Berta Vílchez, Beatriz Huallpa, Ana Trujillo… La profesora formaba grupos con nombres de héroes (San Martín, Simón Bolívar). En un grupo hemos sido diez. Nos sacaba al frente a tomar tabla de cada equipo, el que ganaba se salvaba y al perdedor le daba con chicote en la mano.

La escuela ha funcionado a un costado de la iglesia, ¿a quién pertenecía ese local? Era de la comunidad desde muy antes. A un principio era convento, de ahí convirtieron en iglesia católica.

¿Qué recuerda de la casa hacienda de la familia Sotil? Cuando estaba vivo el señor Leoncio Sotil tenía una casa hacienda por lo menos de treinta metros de largo por diez de ancho, con puertas principales. Al fondo había una piedra cuadrada y decía: «Fundada en 1826». También tenía una piara de mulas, ganado vacuno, lanar, porcino. En San Pedro, Hatun Wasi [Casa Grande] y Malwachin sembraba maíz. Con el paso del tiempo, en San Pedro y Hatun Wasi plantaron eucalipto. De niño vi todas esas cosas y a lo largo del tiempo toda esa hacienda quedó malograda.

La casa hacienda tenía espacio para guardar aparejos y herramientasLa entrada se llamaba sala grande, de ahí había dormitorio, al fondo, una cocina con horno (amasaban una vez a la semana), en otro ambiente guardaban los aparejos, también había casa de espera con un escritorio, ahí, el hacendado, tomaba la orden a los desobedientes.

¿Cuál fue el nombre de la esposa de Leoncio Sotil? Maruja Orna, según mi papá, era de Wankapata, Ambo.

Es cierto que Leoncio Sotil también tuvo hacienda en Andahuaylla, Ambo. Eso no fue su propiedad, creo que por parte de su esposa le dio su suegro, porque la señora era familia Orna de Wankapata.

Que sabe de los peones que llevaban maíz y frijoles hasta San Pedro de Racco y Raqrakancha [Racracancha], provincia de Pasco. Mis padres me contaron que el señor Leoncio Sotil tenía siete haciendas: Acobamba, San Antonio de Viroy, Parcoy, otro era por Oyón (llamado Quichas), Pascana, después en Raqrakancha, en Pasco, de repente usted lo conoce.

Si conozco, está cerca de Punrun, de ahí se parte a Jumasha. Realmente no llegué. Mi papá (Alberto Leiva Rojas), un tiempo fue ayudante del mulero, ayudaba a su padrastro (Abel), arreaban las mulas. Levaban de Acobamba cargas de maíz, trigo, harina; luego, de allá, traían carne, papa. Carne de carnero porque dicen que había una ganadería de dos mil a tres mil cabezas. Había dos piaras [de mula], pero iban con ocho mulas, según la carga que había. Solo había dos arrieros.

¿En cuánto tiempo llegaban hasta Racracancha o Racco? Llegaban a ese lugar en tres a cuatro días, porque las mulas tenían conocido donde descansar luego de oír la campana de la mula puntera. Los arrieros descargaban sus cosas, cocinaban, cenaban y dormían. Al día siguiente, salían a las cinco de la mañana.

¿Cuál era la ruta que seguían saliendo de Acobamba? A la Fundición, pasando Pallanchacra, solo recuerdo eso, porque había sitios conocidos de dónde a dónde van a llegar un día.

¿Los muleros eran conocidos o Leoncio Sotil elegía a cualquier peón?  Los muleros –dicen– eran conocidos, porque sabían hacer siete clases de tirar carga, era gente conocida del hacendado. Los muleros no ganaban, trabajaban a cuenta de lo que servían en la hacienda. Les daban coca, traguito para que vayan con las mulas cargadas.

¿Cuándo surgió la Comunidad Campesina San Pedro de Acobamba? Juan Velasco Alvarado, en 1970, dio ocho días para que los hacendados dejen su hacienda y dijo: «ahora, dueños quedarán de sus tierras los campesinos, los operarios de la hacienda». El hacendado formó el Banco Agropecuario, dio préstamo y formó cooperativas. El pueblo empezó a sembrar papa y vinieron a tecnificar los técnicos, ahí recién conocimos el abono balanceado (abono de isla de 70 kilos por saco) y sembraron en Tuman, Wantamo, Hatun Wasi. Bastante papa se cosechaba. Inocente Capcha fue el primer presidente de la comunidad. En 1994 nos convertimos en comunidad campesina y nos pidieron el origen de Acobamba, encontramos los documentos en la notaría de Huancayo que fueron enviados por Domingo Sotil siendo diputado por Cerro de Pasco. Así fue el origen de Acobamba.

¿En esos documentos hablaba de las monjas? En uno de esos documentos decía que en un principio era de las monjas franciscanas, ellas estaban en Huánuco en el convento San Pedro y acá también tenían su convento en Wichko, por lo menos, a un kilómetro de distancia desde la plaza. Hoy en día siembra don Ereno Robles, al pie de la carretera había una casota por lo menos de 10 por 5 metros, el alto piso era con pilanco y horno.

¿Queda algo de esa casa? Vi todavía el caserón, lo tumbaron e hicieron chacra, hoy en día es fructífero. Más abajo, donde había la casa hay base de pura piedra, algún día quizás usted puede acercarse, lindo empedrado tiene.

La cita queda en compás de espera, los esposos, Macaria Rufino Huallpa y Alejandro Leiva Chamorro, me invitan a cumplir con la panoplia de cucharas en el desayuno.

*“El Puchkador de la Nieve”

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09.12.2021