Atentar contra el medioambiente de por sí ya es considerado pluriofensivo; es decir, afecta a toda la sociedad. A todo esto, la impunidad prevalece y no se castiga a los culpables, al menos en este lado del continente sudamericano.
Por ejemplo, en el departamento de Huánuco, no hay ni una sola persona que se ha hecho responsable por los pasivos ambientales registrados en el río Higueras, principal afluente de agua potable que abastece de la capital huanuqueña y ciudades aledañas.
Sobre el tema en específico, trascendió que el grifo estacionario – tercerizado por la empresa asiática CR20 –, responsable de la fuga de hidrocarburos (petróleo), en el Higueras a fines de febrero de ese año, era ilegal porque no tenía autorización de Osinergmin, según el fiscal que investiga el caso.
“El grifo estacionario, según Osinergmin, establece que era de carácter clandestino. En estos momentos los actos de investigación se encuentran en giro, las investigaciones se encuentran bastante avanzadas y se está encausando, en este caso, al supervisor de obra”, detalló César Gonzáles Ramos, titular de la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental.
En pocas palabras, el fiscal dio a entender que la filtración de hidrocarburos al río Higueras fue causado por una negligencia ‘dolosa’. Es decir, hay delito. “Nos sorprende que un grifo que tiene el monopolio de dotación de hidrocarburos para un proyecto de gran envergadura, no haya tenido los permisos correspondientes”, señaló Gonzáles.
Deslizó, además, que los propietarios del grifo, a través de su personal trataron de borrar todo rastro de derramamiento ocurrido durante la noche del 1 de marzo; sin embargo, los resultados de las muestras recogidas de dos zonas importantes de la planta de tratamiento: captación y distribución, estas arrojaron presencia de hidrocarburos.
Los resultados de esta investigación, en curso, se sabría en las próximas semanas.